martes, 22 de abril de 2008

Del Tintero/Fidencio Treviño Maldonado

Del Tintero/Fidencio Treviño Maldonado


CORRUPTOS HASTA LAS CEJAS (1)
“El que este libre de pecado que lance la primera piedra”. Cristo


Ahora que salen por centésima vez las nominaciones sobre los estados más corruptos, estas calificaciones no nos dicen nada, la corrupción es cosa pública, es el imperio del poder, es tangible y resulta hasta estúpido que le pongan calificación o medición a la corrupción ya que esta no tiene medidas porque es tan simple “que se ES, o no se ES”; como decía N. Maquiavelo, nadie puede estar en el centro. No se puede estar medio dormido o medio despierto, no se puede estar media embarazada, ni media enfermo o medio sano. Es México un país donde a cada rato elaboramos encuestas sobre esto, aquello y lo otro, un rito al mestizaje e idiosincrasia de la raza y culpamos a la conquista, a la bonanza de nuestra tierra pródiga o siempre en busca de la culpa ajena. Ahora en Coahuila resulta que, según Moreira, el Gobernador del Estado, la culpa es principalmente de los empleados municipales y sobre todo los de menos categoría , como son los tránsitos, los policías y otros funcionarios de poca educación y de la más alta calaña ya que ellos ocupan el 70% de la corrupción en Coahuila, mientras que el 30 % de la corrupción está en el Estado y la Federación, incluyendo a la Iniciativa Privada, con un 2% de corrupción. El político mexicano, nacional, estatal, municipal y aldeano, nace, crece, se mantiene y se reproduce corrupto, como lo han demostrado las más de 10 generaciones de esta estirpe y no importa el partido, ya que los nombres de los partidos son sólo siglas que nada tienen que ver con los hombres y mujeres que lo forman, manejan y viven con él y de él.
Humberto Moreira Valdés tienen más de 15 años (tal vez me quedo corto) viviendo de la teta presupuestal y siendo profesor, viviendo con un terror al gis que espanta, sólo hay que recordar cuantos cargos ha tenido en su “carrera política”, desde jefe del INEA (Instituto de Educación Abierta y Ecuación para Adultos), después jefe de la SEP del Estado entre otros cargos, presidente de Saltillo y ahora Gobernador del Estado de Coahuila. Sin olvidar aquella fuerza aérea que entre Samuel Rodríguez y él formaron, con la Carrera Magisterial, Educación para Adultos y otras líneas dentro del marco de la educación y que aún existe con unos 2,600 “aviadores”, entre allegados y profesores “comisionados”. La calificación que Transparencia Internacional nos endilga no sólo va dirigida al Gobernador, sino a todos los habitantes ya que para que existan la corrupción tiene que haber cuando menos dos factores y en este caso, si son muchos, pues que mejor. Lo bueno, como en estos casos, es que siempre debe haber alguien que salga al quite como en este caso Ismael Ramos Flores, funcionario también del gobierno del estado que dice que si son corruptos, pero que sólo un poquito y que la culpa está en los municipios y sus funcionarios y como los municipios y funcionarios no protestan, así que siguiendo la máxima del que calla otorga, pues entonces si somos de los estados con más corrupción; en otras palabras, los menos honrados ya que ocupamos el numero 20 y la calificación de honradez la pasamos con un calificación de 4, es decir ni de panzazo.
Sin embargo, esta misma dependencia de Transparencia Internacional dice que en Coahuila mucha culpa tiene la impartición de justicia, donde las tranzas, los moches y otras linduras de estas dependencias rebasan toda razón y a la vez la atropellan, entonces, ¿en manos de quién estamos? ¿De los incorruptos jueces, de las diferentes Agencias del Ministerio Público, de los mismos directores de los CERESOS, o de quién? Por otra parte, en vez de lamentar y echarle la culpa a otros o triangular, ¿por qué mejor no empezar a limpiar el cochinero que existe en uno de los estados más corruptos de México, como es Coahuila? Y conste que quien lo dice es Transparencia Internacional y este seudo articulista sólo lo pone en el paredón de fusilamiento. Lo raro es que los de “arriba”, a varios días de anunciado el tema de la corrupción y el estado que guarda el estado de Coahuila nadie ha movido un dedo o toma en cuenta o nota; es más, ni siquiera se espantan. Como si la corrupción fuera (los es) una institución, como si la corrupción fuera (lo es) la madre de todas las funciones, incluyendo el burocratismo como mascota del sistema, como si la corrupción fuera (lo es) uso y costumbre; así nacimos, así nos criaron y por eso parece que al menos en México es el tatuaje y no la torta con la que nace cada hijo y la trae no bajo el brazo, pero si en la mente. Pero no todo está perdido y mal de muchos consuelos de pendejos y si Coahuila es el estado numero 20 en corrupción, ¿cómo estará Tabasco y Durango, que están en los números 31 y 26? No, si de que la perra es brava hasta los de la casa muerde…Comentarios y sugerencias: kinotre@hotmail.com

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