miércoles, 24 de septiembre de 2008

Resonancia/Humberto González Ordaz

Resonancia

Por: Humberto González Ordaz
Mientras que hay algunas autoridades preocupadas por que la educación en Durango se de de la mejor manera posible, sus empleados, en este caso los maestros y los paleros de estos, o sea las sociedades de padres de familia, hacen todo, lo posible por que esto no suceda, y lo peor por violar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece que “La educación en México, debe ser laica, gratuita y obligatoria”. En principio, sí será laica en muchos casos, pero gratuita y obligatoria no. Prueba de lo anterior, es la gran deserción escolar que hay no solo en instituciones educativas públicas, sino también en privadas. Hay cuotas “voluntarias” que se aplican durante todo el año en escuelas privadas y oficiales, que enfrentan los padres de familia con la disyuntiva de dar educación a sus hijos o comer. Cuotas que en ocasiones sobrepasan lo que un padre de familia gana en un mes, se aplican como “voluntarias” cada vez que hay pre inscripción o inscripción escolar, y hay de aquél padre que no cumpla con este pago “voluntario”, pues simple y sencillamente no le admiten a su prole en escuelas sobretodo públicas. Las cosas no paran ahí, pues durante el resto del año escolar, cuotas que para el conserje, que para festejar al director o algún maestro, para viajar a Durango a arreglar asuntos “Oficiales”, que para material escolar, que para una guía, que para pagar a los maestros de inglés, que para reparar computadoras, para instalar aire acondicionado, que para esto, que para lo otro, y hasta para curar la resaca de uno que otro que ingirió bebidas espirituosas la víspera, etcétera. Lo cierto, es que los hasta dos mil pesos que por concepto de “cuota voluntaria” se pagan durante la pre o inscripciones, no alcanzan a los voraces dirigentes de los padres de familia, maestros y directores, pues siguen pidiendo y pidiendo, lo que pese a las protestas que externan los sufridos padres ante las autoridades educativas competentes, nada se hace. Lo anterior, obviamente, provoca que haya deserción escolar. Incluso, sabemos de agrupaciones de padres de familia, que nunca rinden cuentas de lo que recaudan de los sufridos padres, incluso cuando lo hacen salen con cuentas “Mochas”, además de que hay directivos que se eternizan en los cargos, aún y cuando ya no tengan hijos estudiando en las escuelas de los que son directivos. Eso, definitivamente, debe de ser sancionado, pues se está violando uno de los artículos de nuestra Carta Magna, y si eso no es un delito, entonces ¿Qué es?, pues.

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