sábado, 28 de febrero de 2009

Reflexiones robledianas

Reflexiones robledianas

(El Periódico de Saltillo)

Lo único que faltaba en México: que las cofradías y los cárteles políticos se pelearan. En un lado se encuentran: Ernesto Zedillo, Felipe Calderón y Luis Tellez. Al lado contrario están: Carlos Salinas y Carlos Slim. Este pleito es el inicio de la lucha por la Presidencia de la República. Un grupo apoya a Manlio Fabio Beltrones, y el otro a Enrique Peña Nieto.
¿Qué sucedería si en estos momentos los cárteles de la droga se decidieran financiar una revolución social en México?
Los gobiernos neoliberales de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, obedeciendo a sus amos del FMI, malbarataron las empresas estatales que eran propiedad de la nación, y ahora en lugar de subsidiar sus propias empresas para combatir el desempleo, el gobierno mexicano financia -con recursos públicos- a las empresas transnacionales.
La crisis financiera que nos impuso la codicia de los especuladores de Wall Street, ha convertido a México en un verdadero paraiso de las transnacionales, porque además de mano de obra barata, terrenos regalados, exención de impuestos, ahora les han cancelado la revisión del contrato colectivo “para salvar las fuentes de trabajo”.
Con la esperanza de recuperar la seguridad pública perdida,los saltillenses confían en la militarización del mandode la policía municipal, pero ¿dónde estaban los militares y el ejército nacional cuando el crimen organizado se apoderaba de la nación?
Algunos periódicos, por mercadotecnia, insisten en estimular la aparición de “comandos ciudadanos” que “asesinen cada 24 horas a un delincuente” y que funcionen con aportaciones económicas de los empresarios.Conel mismo pretexto, estos grupos paramilitares aparecieron en casi todos los países sudamericanos en los 60s y 70s, y se convirtieron en asesinos de luchadores sociales. Esto mismo sucedió recientemente en Colombia, y hoy se les teme más a los paramilitares que al crimen organizado.
De repente, para quedar bien con Humberto y Rubén Moreira, los historiadores carrancistas de Coahuila se convirtieron en historiadores villistas, zapatistas y floresmagonistas, y con retórica priista conciliaron todas las diferencias ideológicas que la revolución no logró conciliar.
Barack Obama, el empleado que Wall Street contrató como Presidente, no es negro, sino mulato. Pero después de Condoleezza Rice, ya no existe diferencia entre los negros y los blancos que sirven al imperio que saquea a las naciones débiles (no pobres) del mundo “libre”.
Mentira que la crisis afectará a los más pobres de México. Ellos no la resentirán mayormente porque siempre han estado en crisis.
Mientras los gobierno de Francia y EUA señalan a México como un destino no recomendable por la violencia en que se encuentra, Felipe Calderón insiste en promover un paraiso mexicano inexistente.


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