Resonancia/Humberto González Ordaz

RESONANCIA

Por: Humberto González Ordaz
Definitivamente, la deserción escolar y por ende la pésima preparación de los mexicanos, nunca habrá siquiera de disminuir con eso de que la constitución Política de los Estados unidos Mexicanos en cuanto hace al artículo que dice más o menos lo siguiente; “en México, la educación, es laica, gratuita y obligatoria…..”. Todo mundo sabe, que eso no se acata en nuestro país, y como dijera don Teofilito, ni se acatará: Muchos padres de familia, al no poder cubrir las cuotas de inscripción que dicen las inoperantes autoridades educativas que son voluntarias, de plano no pueden logar que sus hijos estudien siquiera hasta el tercer o cuatro año de primaria, mucho menos secundaria, preparatoria y no se diga una carrera profesional. No consta y nadie no los lo ha contado, que por ejemplo me Palacio, hay tres o cuatro escuelas primarias “Oficiales” que son selectivas en cuanto hace a admitir a alumnos, pues ahí solo acceden a estudiar niños con padres, familiares o amigos influyentes, pese a que cobran un ojo de la cara por concepto de inscripción “voluntaria”, y obligan a los padres de familia a adquirir uniformes, útiles escolares y demás en donde la directora y los maestros digan. Hay escuelas en donde la inscripción “voluntaria”, representa cuando menos el sueldo de un mes de un obrero que gana apenas el mínimo y dos meses de sueldo para adquirir uniformes y útiles escolares. Las quejas ante las autoridades educativas, bien gracias, estas le temen al SNTE, pues se da el caso de que hasta los maestros hacen negocio tomando fotografías a los educandos y si no se las compran, simple y sencillamente o los expulsan o los reprueban. Hay otros casos, en que por ejemplo luego de que tienen que aportar “voluntariamente” cuotas de inscripción, los adres de familia tienen que cooperar semanalmente para el pago de conserjes que por cierto paga la SEP, pago para maestros de inglés y para festejos de los maestros y maestras, y en ocasiones para las parejas sentimentales de estos. Incluso, también tienen que adquirir boletos de rifas de automóviles y hasta para que el director o directora dizque pague el flete de os útiles escolares que dona el gobierno. A todo esto, no le llamaríamos nosotros educación laica, gratuita y obligatoria, le llamaríamos “robo en despoblado”. Por cierto, el 90 por ciento de las Sociedades de Padres de Familia confabulados con maestros y directores, nunca rinden cuentas de lo recabado por concepto de inscripción “voluntaria”.