martes, 20 de enero de 2009

Al Margen/Manuel Padilla Muñoz

Al Margen
Por: Manuel Padilla Muñoz
HOY SE ESPERA que tome posesión como sub secretario de Desarrollo Regional, el diputado con licencia Eduardo Olmos Castro, en su carrera de búsqueda de la candidatura a la presidencia municipal de Torreón. El también diputado local Salvador Hernández Vélez tomará en breve posesión como nuevo dirigente municipal del PRI en sustitución de Demetrio Zúñiga quien a su vez ocupará el puesto que tenía Hernández Vélez en la sub secretaría regional de la Laguna. Son los mismos nada más que reciclados. ¿No habrá otros funcionarios capaces?, se preguntan muchos priistas. Pero también, ¿qué pasó con el auto destape del ex diputado Antonio Juan Marcos Villarreal? Y es que, para ser sinceros, no se entiende la actuación de los hermanos Moreira pues es innegable que para el auto destape de Juan Marcos hubo autorización de los que tienen el control político del estado pero, al mismo tiempo, impulsan a Eduardo Olmos Castro quien tiene ya una etiqueta de perdedor pues ya la ciudadanía le negó el voto cuando primero quiso ser diputado local, luego cuando trató de ser alcalde y si bien es cierto que “ganó” una diputación federal, lo hizo gracias al entonces alcalde de Matamoros, Felipe Medina, quien le aportó dinero y votos para hacerlo y si en esta última ocasión obtuvo la diputación por el distrito XII, tradicionalmente el más fácil para los priistas, fue gracias a la hiperactividad de Rubén Moreira. O sea, Eduardo Olmos Castro, como figura política, nunca ha ganado una elección; siempre otros lo han hecho por él. Además, no puede negarse que es un traidor. Nos explicaremos: cuando ha sido candidato y gana, nunca ha solicitado el voto mientras consigue otro puesto, se supone que el compromiso con los electores es por el período que establece la ley en cada cargo. Cuando fue diputado federal abandonó el cargo, lo mismo que su suplente Raúl Onofre y ahora que es diputado local, solamente estuvo en la curul 13 días, ni siquiera los suficientes para acomodar su escritorio. Por cierto, su suplente, Shamir Fernández Hernández (llamado “Telcelito”) tomará posesión el próximo 20 de enero, tiempo suficiente para cobrar la segunda quincena de enero. Retomando el tema, la persona que traiciona una vez, traiciona dos veces, tres veces y su vida está llena de traiciones. Y es que, es cierto, nuestros políticos mexicanos nacen mintiendo, viven mintiendo y morirán mintiendo. Si nos preguntan por qué a Shamir le dicen en la sala de regidores “Telcelito”, es porque cuando era regidor del PRI era el único edil de oposición que gozaba de teléfonos celulares totalmente pagados por el alcalde José Ángel Pérez. El motivo es que Shamir era presidente de la Comisión de Hacienda del Cabildo, la que aprueba las cuentas públicas del Ayuntamiento. Nada.

POR OTRA PARTE, mañana miércoles, a las 6 de la tarde, tomará posesión como nuevo presiente del PRI mu8nicipal de Torreón, el diputado Salvador Hernández Vélez, quien a su vez antes de ser electo dejó el cargo que tenía como segundo de a bordo en la tan traída sede de fábrica de funcionarios públicos llamada Sub Secretaría de Desarrollo Regional mientras que el actual presidente del PRI municipal, Demetrio Zúñiga, ocupara el cargo que dejó vacante Hernández Vélez. Al acto se espera el arribo de Rubén Moreira, dirigente estatal priista y seguro candidato a diputado federal por el IV distrito.

¿SE ACUERDA Usted de la señora mayor de edad que encontró la muerte al caer su auto en una abra de la colonia Plan de Ayala? Bien, pues todo parece indicar que los familiares iniciarán un proceso para demandar al municipio a quien pueden hacer responsable por el deceso de la conductora. Es más, hasta manifestaciones y otros actos de protesta puede haber si no se presta atención a este problema. Y es que, con verdad, vecinos de la Plan de Ayala consideran que existe responsabilidad de parte de la autoridad municipal por la falta de señalamiento adecuado en estas verdaderas trampas en que se han convertido estos enormes pozos en la margen del Río Nazas y el municipio adquiere responsabilidad por la falta de señalamiento adecuado ante el peligro de muerte que representan.

DESDE ESTA COLUMNA vaya nuestra preocupación y deseos de recuperación para nuestro amigo y excelente periodistas Daniel Raddi, quien ayer sufrió un infarto que lo llevó al hospital. Esperamos, sinceramente, la rápida recuperación para nuestro amigo. Nuestra solidaridad también para nuestra amiga Nancy Azpilcueta, directora de Razones de Ser. Daniel y Nancy son periodistas profesionales, de probada ética.

DESDE SIEMPRE, el negocio del vicio ha dejado muchas ganancias a nuestros políticos comarcanos; tantas, que con el tiempo, con ellas recuperan, con mucho, la millonaria inversión que realizan en sus costosas campañas electorales que ahora se ganan con mucho dinero. En la Comarca Lagunera, hasta ahora, es la venta inmoderada de cerveza y licor, especialmente el clandestinaje, el renglón más socorrido de los políticos para recuperar la inversión hecha en campaña. El caso el palpable que conocemos es el de San Pedro de las Colonias cuando era presidente municipal el ex perredista y después priista Emilio Marcos Wong, “El Chino Maldito”. Este siniestro personaje llegó a la alcaldía por un partido de oposición por vez primera en la historia de ese municipio. Fue tanto el despilfarro que tuvo que realizar en su campaña político que en los primeros días como alcalde no tenía ni para sostener a su familia. Fue en esos momentos que acudió al salvamento que proporciona la explotación del vicio, sobre todo en un municipio donde el área rural es extensa y la venta de cerveza un filón de oro. Mediante uno de sus funcionarios, empezó a recibir fuertes cantidades de dinero mensuales de la Cervecería Carta Blanca. Por cada botella que se vendía en ese municipio, el alcalde recibía una pequeña cantidad pero que, en volumen, alcanzaba muchos miles de pesos mensuales que se repartía, con la mayor parte para el jefe, entre algunos de sus cercanos colaboradores. La empresa Corona, rival de la Carta Blanca, también pagaba pero lo hacía en especie, es decir, pagaba las facturas de publicidad y otros artículos; esta empresa no es muy dable a entregar dinero en efectivo como la Carta Blanca.
A cambio, las dos empresas cerveceras, líderes en ventas en la Comarca Lagunera, recibían el disimulo y protección de las autoridades policíacas por los valores entendidos entre el grupo del alcalde y las cervecerías. Estas empresas recibían a tiempo el “pitazo” de los días en que habría operativos contra el clandestinaje y se protegían a tiempo. El municipio de San Pedro de las Colonias es uno de los que tiene todavía gran cantidad de ejidos. Los festejos del reparto agrario son de un muy alto consumo de cerveza en esos lugares que, aunque prohibido por la ley, eran permitidos por las autoridades municipales con el pretexto del aniversario ejidal. Las jugosas ganancias eran para comisariados ejidales y autoridades municipales.
Así fue como Emilio Marco Wong, traicionó a sus correligionarios y fue “convencido” por Rubén y Humberto Moreira se regresar al PRI, como si fuera la “oveja negra” de la familia priista que lo cobijó con un jugoso salario y presupuesto. “El Chino Maldito” se hartó de llenarse las bolsas de dinero proveniente de la explotación del vicio.
Este, como otros varios sucios negocios, no son patrimonio exclusivo del municipio de San Pedro de las Colonias. Lo traemos a manera de parámetro porque es del que tenemos informes fidedignos. Pero ha existido y existe en todos los municipios de la Comarca Lagunera; lo mismo en Viesca que en Francisco I. Madero, en Matamoros y en Torreón. Y es precisamente motivo de nuestro análisis el municipio de Torreón por la envergadura del negocio que debe ser en proporciones mucho mayores.
Torreón es el municipio que, por ser el más poblado, la venta de cerveza es también mayor; lógicamente, el dinero proveniente de la corrupción es también en mayores cantidades; irresistible a la tentación.
Certificamos esto cuando en los inicios de la presente administración, el entonces director de Inspección y Verificación Municipal, Heriberto Martínez, hombre honesto ---en ese entonces--- por motivos de su religión cristiana, se sorprendió cuando recibió en un sobre la cantidad de 40 mil pesos proveniente de una empresa cervecera local; era el pago del contubernio para no molestar a la venta clandestina de cerveza. En ese momento desechó el soborno; después de eso no supimos si sucumbió a la tentación; posiblemente sí porque nunca hizo nada para detener el clandestinaje posteriormente ni la proliferación de los llamados “casinitos” que envicia a nuestros niños.
El alcalde, los Directores de Seguridad Pública y de Inspección y Verificación y hasta el regidor presidente de la Comisión de Alcoholes, aparecen como responsables y beneficiados de esta corrupción. Y claro, a mayor dimensión de la autoridad, la ganancia es mayor. No se puede negar que tanto agentes de la policía preventiva como inspectores de Inspección y Verificación están sumidos en la corrupción. Es parte de su modus vivendi. Solo así se entiende que el ritmo de vida que llevan supere en mucho a sus ingresos. En Inspección y Verificación hasta una simple secretaria posee una camioneta de reciente modelo color blanco que todos los días la estaciona en el estacionamiento de Matamoros y Ramón Corona.

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