Demandan a "sincesura"

Demandan a “sincensura”



El “periódico” sincensura y/o su propietario, Raúl Amador Sifuentes, fueron demandados laboralmente por nuestro compañero Manuel Padilla Muñoz por despido injustificado.
A principios del año 2006, Raúl Amador Sifuentes se entrevistó con nuestro compañero Manuel Padilla Muñoz, a quien le pidió ayuda para seguir editando el “periódico” sincensura ya que era una publicación pagada totalmente por el entonces alcalde de San Pedro, Coahuila, el llamado “Chino maldito”, Emilio Bichara Marcos Wong, perredista entonces y ahora alto funcionario del gobierno priista del estado y a la vez pariente cercano de Raúl Amador.
Se inició así una relación laboral en la que, a base de trabajo y esfuerzo, se logró colocar al “periódico” en los primeros lugares de aceptación de los lectores. Hasta ahí, todo marchaba bien. Se lograron excelentes y muchos convenios de publicidad con lo que limitaba el aspecto periodístico de la publicación. En la medida en que obtiene mayores ingresos por convenios publicitarios la censura y autocensura para no perderlos se acentúa, lo que hace que su nombre resulte absurdo.
Raúl Amador siempre lo dijo: él no es periodista. Un compañero director y propietario de un Diario local lo describió como “un mercader del periodismo”, lo que resulta la mdjor descripción del dueño de “sincensura”.
Uno de los políticos a quienes más dinero se le arrebató fue a Gerardo Alba Castillo, entonces secretario general de la Sección 35 del SNTE, quien por sus preferencias sexuales diferentes era una fácil víctima para el chantaje. Se le siguió y persiguió; se le publicaron todas y cada una de sus correrías hasta extraerle grandes cantidades de dinero.
Uno de los casos más palpables es que cada año, uno de los colaboradores de “sincensura” organizaba un concurso llamado “mister Sección 35 de fisiculturismo, el cual era pagado en su totalidad por el proxeneta dirigente sindical.
Así, Gerardo Alba Castillo tiene “bufet”, decía uno de los compañeros colaboradores de “sincensura”.
Y en efecto, más temprano que tarde surgió el mercantilismo periodístico de Raúl Amador Sifuentes. No fue hasta que publicamos y documentamos, con pruebas que aún no han derribado, el reportaje sobre la venta de plazas magisteriales que realizó el nefasto Gerardo Alba Castillo y sus compinches y que provocó un proceso penal en la PGR a la que dos veces nos han citado a rendir declaración y hemos aportado las pruebas que tenemos.
La venganza de Gerardo Alba Castillo fue ---presumida por él mismo--- pagar 50 mil pesos a Raúl Amador para sacarnos de “sincensura”.
Y, como inmejorable proxeneta del periodismo, un día, Raúl Amador, en forma por demás cobarde, sin tener el valor civil de hacerlo personalmente, mediante un mensaje a nuestro celular, se convirtió en el clásico traidor del judas bíblico y nos cesó, sin motivo real alguno.
Todavía más, se atrevió, a la manera de sus bajas pasiones, de publicar nuestra foto llena de dolo de suponer algún delito en contra de su nefasta y prostituida revistucha, lo que provocó daños morales a algunos miembros de la familia de nuestro compañero Manuel Padilla, inocentes del problema.
Fue ese el motivo principal de que se haya presentado demanda laboral cuya primera audiencia se llevó a cabo el pasado 28 de agosto donde el mercantilista Raúl Amador, cobarde como lo ha sido siempre, negó todo.
¿Por qué damos a conocer esto? Porque tenemos la sospecha fundada de que algo perverso se cocina. Pero esto será tema de otra entrega.