Por autoridades incapaces
En materia de protección
civil, los laguneros
estamos abandonados
Por: Manuel Padilla Muñoz
Por la incapacidad de las autoridades gubernamentales ---de los tres niveles---, en materia de protección civil, los laguneros estamos en la calle, abandonados y a merced de alguna catástrofe: no hay un plan integral de protección civil a la población que nos proteja de desastres como el que ahora vivimos con una nueva avenida del Río Nazas.
Los titulares de protección civil son ignorantes no solamente de nuestra historia regional sino de los elementales conocimientos de protección civil para asegurar a la población.
El desbordamiento del Río Nazas en septiembre de 1968, que inundó las colonias Las Rosas y Santa Rosa de Gómez Palacio y las colonias del norte de Torreón, debe habernos dejado una amarga experiencia. De ello solo logramos la construcción del bordo de protección en el sector de Torreón.
Luego, cuando en 1991 y 92 hubo necesidad de soltar agua por el viejo lecho del Río Nazas, cuando decenas de ejidos de Francisco I. Madero y San Pedro (como actualmente lo vivimos) resultaron inundados por estar ubicados en el antiguo lecho de lo que fue la Laguna de Mayrán, nos dejó un intento de prevenir estos desastres: se formó un comité ciudadano de protección civil, encabezado, recuerdo, por el profesor Rafael Padilla (q.e.p.d., de grata memoria) y el profesor Salomón Atihye, que elaboraron un incipiente plan de contingencia para el Río Nazas y hasta en algunas escuelas cercanas al bordo del Río Nazas, como la Prefema, se efectuaron algunos simulacros de evacuación pero pasado el tiempo, todo se olvidó.
Hasta ahora que, de nueva cuenta, nos llegó “el agua al cuello” nos damos cuenta que en la Laguna no hay planes contra los desastres naturales.
Primero, hay que establecer, que la responsabilidad corresponde a los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
Segundo, determinar el tipo de desastres naturales que pueden afectar a las ciudades de la Comarca Lagunera:
a.- Huracanes: No, porque afortunadamente tenemos la protección de las dos más altas murallas del país: las Sierras Madre Oriental y occidental, que no permiten el paso total de los huracanes aunque, algunas veces, las secuelas de los mismos sí, como el Gilberto que provocó serios daños su “cola” en el norte de México. Afortunadamente, la Comarca Lagunera se localiza en la mesa central del norte de México.
B).- Sismos: Tampoco, porque, al estar ubicada la mesa central entre las dos sólidas plataformas de las sierras, es una zona asísmica (con a privativa) aunque ello no significa que no pueda haber asentamientos de tierra de grandes proporciones.
c).- Asentamiento del terreno. Este fenómeno natural si podría ser un desastre eventual en la Comarca Lagunera. Debemos recordar que las ciudades se encuentran ubicadas en lo que fue el lecho de las lagunas de Mayrán, de Viesca o del Caimán y de Tlahualila.
Para darnos una idea de que tamaño tenía, por ejemplo, la laguna más grande, la de Mayrán, los cronistas de la conquista aseguran que media más de 60 leguas (una legua equivale a 5,573 metros); otros, que medía entre 160 y 240 kilómetros de extensión, casi hasta Parras.
En el siglo XVII, el Obispo Mota y Escobar escribió del Río Nazas: En tiempos anteriores a la conquista, el Río de las Nasas era caudaloso; sus aguas corrían impetuosas. “En tiempos de lluvias, al hacer el cauce su entrada al ahora territorio de Coahuila, las aguas cubrían grandes extensiones de terreno, desde las faldas de la Sierra de las Noas y al norte varios kilómetros”, anegando completamente donde ahora se asientan la ciudad de Torreón y Gómez Palacio así como Francisco I Madero y San Pedro. “Es este río de las Nasas muy caudaloso y de grande creciente todo el año y mucho más en tiempo de las aguas... pero con ser tan grande este río, en tiempos de secas, diez leguas antes de llegar a la laguna (de Mayrán)”
Que pudiese haber movimientos de la superficie terrestre, ello tiene una explicación lógica: las corrientes subterráneas de agua, sobre todo después de las grandes crecientes del río, formaban enormes cavernas en el sub suelo y cuando se desecaban o bajaba su nivel ocurría entonces que las tierras de la superficie se hundían, produciendo enormes grietas en la tierra que aún hoy en día los hombres del campo llaman “havras” y de las cuales hay muchas aún en la actualidad en la Región Lagunera. Sobre todo hoy en día que, indiscriminadamente, se han abatido en forma peligrosa los mantos acuíferos. En el año de 1950 los pozos de extracción de agua para la ciudad de Torreón se perforaban a 20 metros. En la actualidad, en el año 2,00l, la noria de la colonia Aquiles Serdán, en la margen de lo que fue el Río de las Nasas, se ha perforado a 450 metros de profundidad. Ello nos sirve de parámetro para saber a que grado hemos abatido los mantos freáticos hasta llegar al hidroarsenicismo, peligroso y funesto para la salud de los laguneros.
Por lógica, un desastre natural podría un enorme hundimiento de las tierras de la Comarca Lagunera.
d).- El Río Nazas. Este es nuestro principal peligro de desastre aún con el control de las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco. Como ocurrió en septiembre de 1968 y en los años 1991 y 92. Necesitamos conocer la historia de nuestro río porque la historia es cíclica y debe servirnos para conocer el pasado, analizar el presente y prever el futuro.
Nuestra reserva de agua del subsuelo se integra en una enorme caverna que estaba llena de agua que va desde la reserva de la antigua Villa Juárez y se abre en abanico al oriente hasta Francisco I. Madero y San Pedro. Hemos extraído tanta agua a nuestros mantos freáticos y ha sido mucho menor la recarga que pudiese haber, un día, un enorme hundimiento. Las “havras” que llaman las gentes del campo, son los primeros signos. El agua de lluvia, muy poca por cierto en esta zona desértica, tarda tres años en llegar a los mantos freáticos ahora formados por aguas fósiles (que son las que tomamos) contaminadas ya por el arsénico.
LA SOLUCIÓN
Si ya sabemos los mayores peligros naturales en la Comarca Lagunera, la verdad es que la ineficiencia de nuestras autoridades, no les ha permitido elaborar un plan de contigencia para una crisis y en su ignorancia exponen la vida de miles de personas.
Las autoridades de protección civil de los tres niveles y Conagua, deben asumir su principal responsabilidad. Deben integrar un comité ciudadano de protección civil pero de verdad ciudadano no de amigos de los gobernantes a fin de elaborar un plan de contingencia y evacuación, en su caso, así como llevar a cabo los necesarios simulacros, sobre todo el las zonas cercanas al río Nazas.
Debe existir un sistema de alerta a la población. Si contamos con la Sierra de las Noas, ¿por qué no construir en la parte alta un centro de crisis y monitoreo con semáforos gigantes para que la ciudadanía conozca las diversas etapas de alerta en cada contingencia, como la actual.
Se debe determinar que, en caso de que el Río Nazas desbordara en la parte urbana de Gómez y Torreón, las colonias afectadas, en una primera etapa, serían las del sur de Gómez, Las Rosas y El Campestre mientras que en Torreón las colonia del norte, lindantes al río. Debe tomarse como límite lo que ahora es el bulevar Constitución, que antiguamente fue Canal del Coyote, porque al sur son las partes más altas de la ciudad.
Todo lo que se encuentra en esa área, son susceptibles de ser perjudicadas por una inundación. En 1968 recorrimos las colonias del norte con el agua a las rodillas mientras que a las Rosas entramos en pequeñas lanchas, lo mismo que a Santa Rosa. Todavía lo recordamos.
En este sector es donde debe implementarse un sistema de comunicación, con altoparlatantes, incluso, para informar a la población las 24 horas del día así como dar a conocer el plan de evacuación y sus diversas fases a fin de que la ciudadanía tome sus precauciones. Debemos considerara que, con un buen plan de emergencia y evacuación, colaborando e informando en todo momento a la población, la ciudad de Torreón puede ser evacuada en cuestión de horas en forma ordenada y no esperar a la llega de una catástrofe para hacer en forma improvisada.
En las escuelas de todos los niveles, sobre todo, deben implementarse simulacros de evacuación periódicamente porque las situaciones llegarán, tarde que temprano. Primero hay que salvar las vidas humanas, después las pertenencias, en ese orden.
Pero, antes que todo, las autoridades de todos los niveles deben asumir su responsabilidad y trabajar en forma profesional para prever esas situaciones. Si no lo hacen es porque poco les importa la vida de los ciudadanos que alguna vez juraron cuidar.
Por ineficientes, deben renunciar. Bueno, si es que algo de vergüenza les queda.
lunes, 29 de septiembre de 2008
En materia de protección civil, los laguneros estamos abandonados
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