RESONANCIA
Por: Humberto González Ordaz
A últimas fechas, se le ha visto por La Laguna al diputado –por obra y gracia de las componendas entre el PRI y el PAN- Enrique Benítez Ojeda, que pretende ser el candidato a gobernador de Durango por parte del tricolor. Ester individuo, de plano es repudiado por los laguneros, pues fue el principal artífice de que los tricolores de esta región se dividieran más a raíz de la elección interna que hace poco más de 4 años se llevó a cabo en la entidad para elegir candidato a ese cargo de elección popular. Maquiavelo, se quedaría corto en cuanto hizo a las maniobras desleales que utilizó este individuo para lograr sus propósitos políticos. En base a promesas de trabajo, de dinero que nunca entregó, de concesiones para taxi y otras cosas, Benítez Ojeda, reiteramos, logró sus propósitos, y luego de olvidó de lo ofrecido, dejando a muchos sin empleo, endeudados e incluso repudiados por traidores. El señor, efectivamente ocupó un alto cargo en la administración ismaelista, donde pudiendo ayudar a la gente y sobretodo a los que les hizo promesas de ayudarlos, no lo hizo, lo que motivó más el repudio en La Laguna de este sujeto. Ahora este individuo, a año y medio de que el tricolor decida quien es su candidato a la gubernatura, anda desatado en La Laguna, solicitando apoyos, que salvo unos cuantos se los darán, pues saben de a como se las gasta este individuo, que por cierto llegó a levantar el dedo El Congreso de La Unión, no por haber ganado la diputación en las urnas, sino a base a negociaciones que por debajo del agua se dieron entre su partido y los paneques, pues hay que saber que el señor no fue favorecido por los electores el hace más de dos años un primer domingo del mes de julio del 2006. Así las cosas, estamos seguros de que el señor pide el apoyo de los laguneros, no lo va a obtener, salvo de uno o dos tres “colegas”, pues.
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