Resonancia/Humberto González Ordaz

RESONANCIA

Por: Humberto González Ordaz

En más de dos años que cobra como diputado de mentiritas, o sea plurinominal, el priísta-salinista, Samuel Aguilar Solís, no se ha parado por La Laguna de Durango, sino tan solo en la de Coahuila y eso para ponerse a las ordenes de Salvador Hernández Vélez, otro salinista, que es candidato a diputado local por un distrito de Torreón. Pero, como estamos a año y medio de que el Partido Revolucionario Institucional apunte con el dedo quien será su abanderado a contender por la gubernatura de Durango, se espera la presencia del salinista en breve, no para ver que se les ofrece a los ciudadanos como es su deber, sino para iniciar los clásicos “amarres” para apuntarse como aspirante a gobernar esta entidad federativa, o cuando menos para vender su “apoyo” al mejor postor. El de San Juan de Guadalupe, en verdad solo se aparece por esta entidad y en especial por La Laguna, cuando se van a celebrar elecciones, más no en otros tiempos en que su apoyo cuando menos moral se requiere. No dudamos ni tantito, que el salinismo que está resurgiendo para desgracia del país, se imponga y logre que este individuo de no muy grata memoria para los ciudadanos duranguenses, vaya a ser el candidato al más alto cargo de elección popular en este estado, haciendo a un lado los derechos y merecimientos de gentes como –primero las damas-Leticia Herrera de Lozano, Jorge Herrera Caldera, Ricardo Pacheco Rodríguez, el otro Jorge Herrera y por supuesto “el tapado”, pues.