Terrorismo político en Matamoros, Coah

Terrorismo político Contra
panistas en Matamoros, Coah.




Por: Manuel Padilla Muñoz
“A los amigos, gracia; a los enemigos, la ley a secas”. Máxima que es utilizada por el gobierno del estado de Humberto Moreira en contra de adversarios políticos incómodos a quienes, simple y sencillamente se aplica todo el rigor de la ley en forma rauda y contundente.
Es lo que han sufrido Erik Osiris Rodríguez Huitrón y su madre, María del Socorro Huitrón Velásquez para obligarlos a desistir de sus legítimas aspiraciones políticas, las que podrían afectar la elección del candidatito del gobernador a diputado local.
Erik Rodríguez Huitrón fue candidato a la presidencia municipal postulado por el PAN, llevando de contrincante al alcalde que traicionó a sus votantes y solicitó licencia para, como buen “chapulín”, buscar una diputación local, supuestamente apoyado por el gobernador Humberto Moreira Valdez.
En esa ocasión, fuimos testigos de que al inició del cómputo de la votación, el candidato panista llevaba la delantera. No fue sino hasta que llegaron al comité electoral las casillas de los ejidos, el llamado “voto verde” que, curiosamente siempre ha favorecido al PRI y donde este partido se “sirve con la cuchara grande”, que la votación se revirtió y dio el triunfo al candidato de Humberto Moreira, Raúl Onofre Contreras, por un ligero margen de la votación.
Desde entonces, Erik Rodríguez se perfilaba como el idóneo candidato panista a un cargo de elección popular futuro con grandes posibilidades de ganar. Fue así como llegó el momento de elegir a los candidatos a diputados locales. Humberto Moreira convirtió en traidor a sus votantes al alcalde Raúl Onofre para hacerlo candidato a diputado local. Al mismo tiempo, la Unidad Democrática Coahuilense (UDC) postuló al ex alcalde, ex diputado, ex cacique, profesor Jesús Contreras Pacheco, quien por cierto durante muchos años ha sido “maestro comisionado”, una forma eufemística para llamar a los “aviadores”, a los que cínicamente cobran sin trabajar. Si ganaba cualquier de ellos la diputación, el gobernador lo vería con buenos ojos pues son vulgares lacayos de quienes detentan el poder y les permiten enriquecerse aún a costa de ignorar al pueblo.
Varias veces que hemos visitado Matamoros, Coahuila y hemos intercambiado impresiones con personas de diversos sectores sociales y organismos sociales, advertimos el hartazgo y la burla de que siempre sean los mismos, Contreras Pacheco o Raúl Onofre. ¿Que no hay otros mejores candidatos que siempre tienen que ser ellos? Fue así como se gestó un marcado rechazo en contra de ambos candidatos y se vislumbraba un apoyo más fuerte para el panista Erik Rodríguez Huitrón. Este se convertía en “incómodo” para los deseos del gobernador y, lo peor del caso para “el profe que nos cuida”... ¡Que ganara la elección Erik!
Y como en el PAN también hay malos panistas a quienes poco les importa “negociar2 con el fin de obtener ganancias ---ya está negociada la elección de diputados: el PRI tendrá, de nueva cuenta, mayoría absoluta--- se utilizaron los “servicios” de una dama panista y se compraron votos ---igual que lo hizo Alfonso Tafoya en Torreón--- para hacer que en la elección interna perdiera Erik Rodríguez Huitrón, facilitando así el capricho del gobernador Moreira. Erik presentó ante el CEN del PAN una impugnación por la elección amañada y fuera de la ley que ahora está en el TRIFE. Poderoso caballero es don dinero.
Sin embargo, en el panorama político de Matamoros, Coahuila, hay un personaje a quien si no se puede considerar el autor intelectual de la perversidad que vamos a relatar, si el más sospechoso por ser el más beneficiado: el diputado local Juan Carlos Ayup, que, para el “hermano incómodo” Rubén Moreira si no es el mejor, es el idóneo ---parafraseando la filosofía panfoxista--- para candidato a alcalde el próximo año. Para algunos priistas de democracia trasnochada, Juan Carlos Ayup ya es el próximo presidente municipal de Matamoros, Coahuila.
Pero, como en todas las situaciones, existía un pero. Si Erik Rodríguez fuera candidato panista y ganara la elección de diputado, sería el candidato nato a la presidencia municipal para sacar al PRI del poder municipal como estuvo a punto de lograrlo en la última elección para alcalde. Había que acabar con el mejor candidato panista a como diera lugar. Para lograrlo, no se escatimaron argucias aún cuando estuvieran fuera de la ley pues para eso se tiene el poder del gobierno del estado. Había que dar un golpe contundente y definitivo.
Fue así que el pasado 4 de septiembre, se presentó ante el Juzgado Penal Tercero, una denuncia en contra de la señora María del Socorro Huitrón Velásquez, titular de una Notaría Receptora, por los delitos de usurpación de funciones, uso indebido de sellos y otros delitos.
En ningún país del mundo la justicia es tan rápida como en la tierra que gobierna el mal llamado “gobierno de la gente” de Humberto Moreira y el día 5, un día después de presentada la denuncia ---cuya copia tenemos y nos parece tan endeble que no concebimos como la aceptaron---, la juez penal emite una orden de cateo, permitiendo romper todo tipo de cerraduras y cualquier otra acción violenta para obtener documentación de la Notaría Receptora.
Fue como, mediante un impresionante aparato policíaco, se catea dicha notaría con los daños imaginables. Es inenarrable el susto y los agravios que sufrió la señora María del Socorro Huitrón. Cuando se tiene el poder, la aplicación de la “justicia” es más rápida que un rayo, para envidia de todos los políticos del mundo que se dicen eficientes. La ola de inseguridad que vivimos los coahuilenses puede esperar.
En esas horas, mientras se realizaba el cateo, Erik Rodríguez regresaba de la Ciudad de México después de haber presentado en el CEN del PAN su impugnación cuando, mediante una llamada a su celular, recibe la amenaza de retirarse de la actividad política y que dejara las cosas en paz, es decir, renunciara a defender sus derechos con la impugnación so pena de sufrir más graves consecuencias. Un acto digno de mafiosos.
No cabe la menor duda que a los mediocres ---que son peligrosos, según José Ingenieros--- en cuanto obtienen el poder, las da el “síndrome del ladrillo”: se suben a una escasa altura y se marean.