San Pedro, un municipio de Coahuila con transformada infraestructura urbana, pero falto de impulso para lograr el desarrollo social.
Humberto Valdez González, consejero de la Cámara de Comercio de San Pedro, Coahuila.
* Insuficiente agua potable, deudas, desempleo y un comercio en crisis
Por: ENRIQUE PROA VILLARREAL
San Pedro, Coahuila.- En San Pedro hace todavía dos años había esperanzas de prosperidad, pero éstas se han opacado con los múltiples problemas sociales provocados por la drogadicción, insuficiente agua potable, desempleo y un comercio en crisis.
La población de unos 120 mil habitantes, según el último censo del INEGI, se desplaza sin un efectivo timón que conduzca al municipio por el rumbo del desarrollo que inyecte ánimo a la ciudadanía a seguir adelante.
Hay que reconocer que en poco tiempo se ha transformado su infraestructura urbana y ha dejado de tener el aspecto de rancho, aunque no desaparece su origen campesino con hombres y mujeres tenaces y de trabajo.
Sin embargo, faltan fuentes de trabajo, porque las que existen no son suficientes para dar empleo a cientos de personas desocupadas, indicó Nicolás Ricardo, propietario de un negocio de foto-copiado.
Cuando se oferta un trabajo se acumulan más de cien gentes, de las cuales, ni el 10 por ciento son aceptadas.
Calificó de mala la administración municipal que preside Arturo Babún Moreno a quien le falta experiencia para manejar al municipio y hasta se atrevió a decir que era una zona de desastre por la endeble economía y pésima administración municipal.
Humberto Valdez González, consejero de la Cámara de Comercio, dijo que este sector enfrenta una etapa de crisis, principalmente por el periódico cierre de maquiladoras, que incide a que haya menos circulante y por lógico, menos ventas.
Detrás del mostrador de su farmacia y con un rostro que muestra leve preocupación, avizoró un futuro incierto para el comercio por las bajas remesas que envían los paisanos de Estados Unidos debido a la recesión económica de ese país.
Estima que éstas han desminuido en un 40 por ciento.
Aun cuando conserva la confianza en un repunte en su negocio, no niega que los días más duros están por venir.
Al igual que Martín de la Rosa y Matilde Rosales, aceptó que es débil la economía del pueblo, y más se agravará con el cierre de maquiladoras, y ahora solo se espera que la agricultura, principalmente el cultivo de algodón, rinda sus frutos.
Aun cuando el INEGI habla de 120 mil habitantes, en la realidad no pasan de 90 mil por las familias completas que han emigrado a Estados Unidos y a las fronteras en busca de empleo.
Sin duda, el problema de desempleo se agravará en los próximos días por el regreso de connacionales que huyen de la crisis económica de Estados Unidos.
Las grandes cadenas de centros comerciales están prácticamente pulverizando las operaciones de los pequeños comercios, que resienten bajas en sus ventas hasta el 50 por ciento.
Esto y los vendedores ambulantes han motivado el cierre de modestos negocios, dijo.
En Navidad había muchos clientes por las remesas que enviaban del vecino país del norte, pero para este año no va a haber nada, vaticinó.
La drogadicción es otro problema que agobia principalmente a los jóvenes, que les obstruye condiciones para ser productivos.
En concreto, indicó, hay pobreza en San Pedro, preferentemente en los ejidos, donde paulatinamente van quedando los viejos, mujeres y niños, porque la joven y fuerte mano de obra emigra a otras partes del país y el extranjero en busca de recursos para la manutención de sus familias, acotó.
Opaca prosperidad en San Pedro
* Insuficiente agua potable, deudas, desempleo y un comercio en crisis
Por: ENRIQUE PROA VILLARREAL
San Pedro, Coahuila.- En San Pedro hace todavía dos años había esperanzas de prosperidad, pero éstas se han opacado con los múltiples problemas sociales provocados por la drogadicción, insuficiente agua potable, desempleo y un comercio en crisis.
La población de unos 120 mil habitantes, según el último censo del INEGI, se desplaza sin un efectivo timón que conduzca al municipio por el rumbo del desarrollo que inyecte ánimo a la ciudadanía a seguir adelante.
Hay que reconocer que en poco tiempo se ha transformado su infraestructura urbana y ha dejado de tener el aspecto de rancho, aunque no desaparece su origen campesino con hombres y mujeres tenaces y de trabajo.
Sin embargo, faltan fuentes de trabajo, porque las que existen no son suficientes para dar empleo a cientos de personas desocupadas, indicó Nicolás Ricardo, propietario de un negocio de foto-copiado.
Cuando se oferta un trabajo se acumulan más de cien gentes, de las cuales, ni el 10 por ciento son aceptadas.
Calificó de mala la administración municipal que preside Arturo Babún Moreno a quien le falta experiencia para manejar al municipio y hasta se atrevió a decir que era una zona de desastre por la endeble economía y pésima administración municipal.
Humberto Valdez González, consejero de la Cámara de Comercio, dijo que este sector enfrenta una etapa de crisis, principalmente por el periódico cierre de maquiladoras, que incide a que haya menos circulante y por lógico, menos ventas.
Detrás del mostrador de su farmacia y con un rostro que muestra leve preocupación, avizoró un futuro incierto para el comercio por las bajas remesas que envían los paisanos de Estados Unidos debido a la recesión económica de ese país.
Estima que éstas han desminuido en un 40 por ciento.
Aun cuando conserva la confianza en un repunte en su negocio, no niega que los días más duros están por venir.
Al igual que Martín de la Rosa y Matilde Rosales, aceptó que es débil la economía del pueblo, y más se agravará con el cierre de maquiladoras, y ahora solo se espera que la agricultura, principalmente el cultivo de algodón, rinda sus frutos.
Aun cuando el INEGI habla de 120 mil habitantes, en la realidad no pasan de 90 mil por las familias completas que han emigrado a Estados Unidos y a las fronteras en busca de empleo.
Sin duda, el problema de desempleo se agravará en los próximos días por el regreso de connacionales que huyen de la crisis económica de Estados Unidos.
Las grandes cadenas de centros comerciales están prácticamente pulverizando las operaciones de los pequeños comercios, que resienten bajas en sus ventas hasta el 50 por ciento.
Esto y los vendedores ambulantes han motivado el cierre de modestos negocios, dijo.
En Navidad había muchos clientes por las remesas que enviaban del vecino país del norte, pero para este año no va a haber nada, vaticinó.
La drogadicción es otro problema que agobia principalmente a los jóvenes, que les obstruye condiciones para ser productivos.
En concreto, indicó, hay pobreza en San Pedro, preferentemente en los ejidos, donde paulatinamente van quedando los viejos, mujeres y niños, porque la joven y fuerte mano de obra emigra a otras partes del país y el extranjero en busca de recursos para la manutención de sus familias, acotó.
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