De aquel Canal 4 de Televisión...
(Publicado en el Número 4 de Perfiles Laguneros. Segunda Quincena de Febrero del 2008)
Por: Manuel Padilla Muñoz
Un primero de diciembre de 1956, las ondas herztianas cruzaron por vez primera el aire de la Comarca Lagunera, para llevar a los hogares laguneros, la voz e imagen de la televisión. Nacía así, Canal 4 de televisión en la ciudad de Torreón. XELN (las últimas siglas de identificación corresponden al ya desde entonces concepto de Laguna Nueva). Las primeras imágenes que trasmitió Canal 4, ante el asombro de los laguneros que nunca habían visto la televisión, fue un informe de gobierno del presidente Adolfo López Mateos. Por la tarde, un avión de la Fuerza Aérea Mexicana había traído, en rollo de película, todo el informe presidencial grabado.
Así, más o menos, inicia el ensayo que sobre la historia de la televisión lagunera estamos escribiendo. Y lo hacemos, con la calidad moral que nos brinda haber sido actores fundamentales durante más de 20 años en la TV de la Laguna. Ello nos califica.
Mi primer llamado a la televisión lagunera se dan en el marco cuando iniciaba como reportero en La Opinión ---el verdadero “Diario de los Laguneros”, ahí, en Matamoros y Falcón--- y Don Eduardo Elizalde, nuestro director, nos invitaba a un programa de noticias de medio día que tenía en Canal 2 de TV, cuyos estudios se encontraban en la parte alta del edificio del Hotel Calvete y se llamaba “Hoy Mismo”. Participábamos, aparte de Don Eduardo, Heriberto Domínguez Aguilera, Jaime de la Fuente y Dora Elizalde, entrañables amigos. Nunca me enteré del por qué pero meses después desapareció el programa.
Cuando los dueños de Televisora de la Laguna, propietarios de la concesión de Canal 4, de Don José F. Ortíz y Don Víctor Sirgo Palacios, se le venden a Televisa, ocupa la gerencia el señor Juan Antonio Meléndez y se permite transmisión local de las siete de la mañana a las cuatro de la tarde para, de ahí, encadenarse a Canal 5 de la Ciudad de México. Torreón fue la segunda ciudad en tener televisión abierta. La Transmisión era en blanco y negro; la de color apenas empezaba en la Ciudad de México.
Juan Antonio Meléndez inició la organización de la programación local con especial énfasis en los noticieros por televisión cuando nadie le apostaba a ellos. Don Alonso Gómez Uranga y un servidor en la información general, Juan Ángel Vázquez en los espectáculos y Alejandro Tovar en los deportes. Todos procedentes de Canal 2 de TV. Conocí a Don Alonso a la edad de diez año, cuando mi padre, Manuel Padilla García, me llevaba a la XEDN, a realizar trabajos de electricidad. Don Alonso ya era de las mejores voces de esa estación de radio donde compartía con Julio Salas Rosales, Felix Alonso, Manuel Carrillo Torres y Miguel Salas Páez se ocupaba entonces de la cabina técnica desde donde se manejaba la programación. Nunca imagine que, pasados los años, compartiría una mesa de transmisión televisiva con Don Alonso, que en mi opinión personal, ha sido el mejor locutor de la Comarca Lagunera.
Juan Antonio Meléndez tuvo el acierto de conjuntar en “Noti 4” –que así se llamaba el primero y único noticiero de Canal 4 a medio día--- a un excelente locutor como don Alonso Gómez Uranga metido a periodista y a un servidor, periodista de La Opinión, metido a locutor. Grabábamos las entrevistas para el noticiero con una grabadora de blanco y negro, todavía de bobina; el camarógrafo era Juan Velásquez, entrañable amigo con quien compartimos muchas vivencias a través de 20 años y ahora se nos adelantó en el viaje final.
Un viejo armastote pintado de color naranja fue el escritorio desde donde transmitíamos “Noti 4”; en el invierno, el enorme estudio de Canal 4 era un refrigerador y un horno en verano. Muy pronto llegó la transmisión a color y aprendimos que la televisión nos hacer ver más gordos y más morenos. En alguna ocasión tuvimos que utilizar ---como hasta ahora se hace--- maquillaje que, después de unos minutos, con el intenso calor, se nos “corría” por la cara y teníamos que retocarnos constantemente. Hubo ocasiones en que, por la prisa, salíamos de la televisora sin eliminarnos el maquillaje y en la calle no nos explicábamos por qué le gente se nos quedaba viendo en forma extraña.
A partir de entonces se integraron en la programación matutina “Vitauva”, a las 7 de la mañana con el “Club de Vitauva”; Salvador Pulido Flores ---“Vamos a la Escoba, a comprar barato”, una frase que cantaba musicalizada que después de más de 20 años hay quienes todavía la recuerdan; hizo historia, Maria Carmen, Irma Cruz, Juan Ángel Vázquez (q.e.p.d.), Martha Alicia González de Safa (q.e.p.d.) y sus inolvidables “Cinco Angelitos” ---si desvielaron la Maquina 501, ¿no cree Usted que acaben con la antena?, le decía en son de broma Juan Antonio Meléndez a Martha Alicia---; camarógrafos en el estudio eran los inolvidables amigos y compañeros Eloy Valdez y Guillermo Favela, hoy ya desaparecidos.
Un día, sin mayor explicación, nos informaron que “Noti 4” cambiaría de nombre y de escenografías. Se llamaría “Hoy en la Noticia”. Después supe que un grupo de personas se encargaría de la comercialización del programa.
Armando Navarro López, publicista y locutor, inició un noticiero a las 8 de la mañana que tuvo efímera duración. Un día de invierno, Juan Antonio Meléndez me llamó a su oficina y me propuso me hiciera cargo del noticiero matutino, que se llamaría Primera Edición de Hoy en la Noticia mientras que en el de medio día quedaban Don Alonso Gómez Uranga y Alejandro Tovar. Nadie en Toirreón creía en los noticieros matutinos, me aclaró el señor Meléndez, pero si lo hacíamos con profesionalismo periodístico, podría haber resultados. Así lo inicié; invité como colaboradores a Fernando Ibarra, ex novillero para la Sección Taurina y a Leonel Chaul Chamut, para comentarista de futbol americano. Y así pasamos muchos días, tiritando de frío en aquel enorme estudio; siempre acompañados por Don Eloy Valdez y Memo Favela. Hasta que tuvo el éxito esperado, llegando a tener más credibilidad que el noticiero de medio día. Poco después se integró a este equipo Juan Antonio Ayala Pavón y éramos entonces la pareja combativa. Mi mayor problema, se quejaba Juan Antonio Meléndez, es “jalar” a Don Alonso y a Ustedes dos ---Padilla y Ayala---, detenerlos. Cuanta razón tenía. Ayala y un servidor éramos verdaderos periodistas.
En una ocasión, vino gente de Televisa, propietaria de Canal 4 y de la repetidora Canal 11, a realizar un estudio del mercado televisivo en la Comarca Lagunera. Nos explicaron que no era levantar un raiting porque esto es sumamente complicado. El resultado fue que, en efecto, como una vez dijo Don Alonso, de cada 500 televisores que había en la Laguna, 498 sintonizaban a Canal 4 y los dos restantes estaban descompuestos. Era buna metáfora no muy alejada de la realidad del excelente locutor que acaba de fallecer el 14 de febrero. Había una justificación: Prácticamente, éramos únicos; canal 2 no representaba rival alguno; y menos con el tipo de gente que tenía entonces; no teníamos competencia y, por tanto, éramos amos y señores del espectro televisivo en la Laguna.
El videómetro arrojó también que el programa más visto, el número uno en audiencia era el Club de Vitauva; solo que su público eran niños y no podíamos presumir de ello a los comerciantes patrocinadores pues este tipo de público solo a algunos interesa; el segundo lugar lo obtuvo, las telenovelas de las 11 de la mañana pues a esa horas, miles de amas de casa hacen su tarea. El tercer lugar fue para “Hoy en la Noticia” en sus dos ediciones.
El Payaso Vitauva ha sido un hito en la historia de la televisión en la Laguna. Una generación de laguneros nació con él, con el “pecha cabecha”, con el “Yuju-yuju”, el “ay caray, caray” y con Tomasa, aquella muñeca de trapo que era la compañera de baile de Vitauva, experto bailarín de los arrabales. Una generación de laguneros que se levantaba con Vitauva; que las madres de familia llamaban por teléfono al payasito para pedirle que le pidiera a su niño que tomara la medicina o que se levantara para ir a la escuela; y los niños obedecían al payaso quizá más que a sus padres, Una generación de niños que tuvo a Vitauva como su ídolo.
En cierta ocasión, se inició una campaña publicitaria de los refrescos Barrilitos; la empresa envió a la televisora unos refrigeradores que se instalaron en el estudio. Posiblemente fue Nabor Soto, encargado de la limpieza, a quien se le ocurrió guardar a la muñeca Tomasa en el interior de uno de aquellos refrigeradores que ya no se usaban. Por la mañana, Vitauva no encontró a su fiel compañera de baile Tomasa; al día siguiente igual y el otro también. Fue tal el escándalo que provocó Vitauva por la pérdida de Tomasa que los miles de niños tomaron en serio el acontecimiento. Fue a tal grado que fueron infinidad de llamas telefónicas de los padres de familia, molestos, reprochando a los de Canal 4 haber perdido en forma intencional a Tomasa; hasta recordatorios maternos recibimos. Los niños estaban inconsolables por la pérdida de Tomasa.
Ante esta situación, Juan Antonio Meléndez convocó a una reunión general y expuso el problema. Todos nos dimos a la tarea de buscar a Tomasa pero fue tarea en vano hasta que una vez, empleados de Barrilitos fueron por los refrigeradores y encontraron a Tomasa. Ya era tarde, habíamos pasado varios meses.
Había quejas de que Mary Carmen, una guapa y elegante dama que conducía un programa familiar a media mañana, llegaba tarde y perjudicaba al programa. El señor Meléndez la llamó y le reclamó; ella se defendió argumentando que llegaba tarde porque tardaba mucho tiempo en pintarse y maquillarse. Juan Antonio la escuchó y luego le preguntó: ¿Mary Carmen, se pintará Usted más que Vitauva, que lo hace en 15 minutos? Santo remedio; Mary Carmen nunca volvió a llegar tarde a su programa.
Hay una y mil anécdotas que vivimos en los 20 años que vivimos mientras trabajamos en Canal 4 de televisión. La verdad, no supimos administrar la fama, a muchos de nosotros nos perjudicó el “síndrome del ladrillo” y, con muy pocas excepciones, nos perjudicó seriamente a nuestra vida familiar.
Si bien es cierto que este equipo de Canal 4 nos fuimos los pioneros de la televisión lagunera pues Cana 2 llevaba ya varios años haciéndola, lo cierto es que Juan Antonio Meléndez tuvo la virtud de conformar un extraordinario equipo al que integró y de verdad fue “La Familia del 4”. Hoy me imagino los problemas que debe haber tenido Juan Antonio para lidiar con tantos y tan disímbolos caracteres de todos nosotros. Un equipo, una familia, que en la Laguna será muy difícil volver a repetir.
Cuando llega como nuevo Director de Canal 4, el licenciado Francisco Javier Coglhan Crombé, se genera un cambio radical en la Comarca Lagunera. Por vez primera Canal 4 se maneja con “números negros”, es decir, con ganancias. Tiempo después, durante una reunión del consejo de Administración de Televisa en la ciudad de México, se termina la programación local de Canal 4 y se inicia, totalmente local, la de un nuevo canal, el ahora Canal 9, propiedad de Multimedios, de la ciudad de Monterrey, que no es propiedad de Televisa la concesión.
Como ya había sido nombrado Gerente de noticieros de Canal 4, pasé con el mismo cargo a Canal 9. Pero esa ya es otra historia que tiene mucho de truculencia y de ilegalidad en su funcionamiento como televisora.
Hoy, la televisión lagunera es muy diferente; muchos se ha acogido al dinero fácil y cómodo de los convenios con los gobiernos de todos los niveles de los cuales se ha convertido en su bocina, que ni siquiera voceros. No hay periodismo pues sus conductores, ninguno de ellos, han sido periodistas de un periódico, donde se hacen los verdaderos periodistas; en la televisión se hacen conductores y presentadores; nada más.
En algunos medios de comunicación he leído algunos comentarios y críticas hacia la televisión lagunera: Poca estima me merecen esos críticos pues nunca en su vida han estado dentro de televisión y, por tanto, sus comentarios, análisis, críticas y alabanzas, carecen de sustento moral. Para conocer el monstruo, hay que vivir detro del monstruo, decía un filósofo alemán. Y ello no han vivido dentro de la televisión lagunera.
(Publicado en el Número 4 de Perfiles Laguneros. Segunda Quincena de Febrero del 2008)
Por: Manuel Padilla Muñoz
Un primero de diciembre de 1956, las ondas herztianas cruzaron por vez primera el aire de la Comarca Lagunera, para llevar a los hogares laguneros, la voz e imagen de la televisión. Nacía así, Canal 4 de televisión en la ciudad de Torreón. XELN (las últimas siglas de identificación corresponden al ya desde entonces concepto de Laguna Nueva). Las primeras imágenes que trasmitió Canal 4, ante el asombro de los laguneros que nunca habían visto la televisión, fue un informe de gobierno del presidente Adolfo López Mateos. Por la tarde, un avión de la Fuerza Aérea Mexicana había traído, en rollo de película, todo el informe presidencial grabado.
Así, más o menos, inicia el ensayo que sobre la historia de la televisión lagunera estamos escribiendo. Y lo hacemos, con la calidad moral que nos brinda haber sido actores fundamentales durante más de 20 años en la TV de la Laguna. Ello nos califica.
Mi primer llamado a la televisión lagunera se dan en el marco cuando iniciaba como reportero en La Opinión ---el verdadero “Diario de los Laguneros”, ahí, en Matamoros y Falcón--- y Don Eduardo Elizalde, nuestro director, nos invitaba a un programa de noticias de medio día que tenía en Canal 2 de TV, cuyos estudios se encontraban en la parte alta del edificio del Hotel Calvete y se llamaba “Hoy Mismo”. Participábamos, aparte de Don Eduardo, Heriberto Domínguez Aguilera, Jaime de la Fuente y Dora Elizalde, entrañables amigos. Nunca me enteré del por qué pero meses después desapareció el programa.
Cuando los dueños de Televisora de la Laguna, propietarios de la concesión de Canal 4, de Don José F. Ortíz y Don Víctor Sirgo Palacios, se le venden a Televisa, ocupa la gerencia el señor Juan Antonio Meléndez y se permite transmisión local de las siete de la mañana a las cuatro de la tarde para, de ahí, encadenarse a Canal 5 de la Ciudad de México. Torreón fue la segunda ciudad en tener televisión abierta. La Transmisión era en blanco y negro; la de color apenas empezaba en la Ciudad de México.
Juan Antonio Meléndez inició la organización de la programación local con especial énfasis en los noticieros por televisión cuando nadie le apostaba a ellos. Don Alonso Gómez Uranga y un servidor en la información general, Juan Ángel Vázquez en los espectáculos y Alejandro Tovar en los deportes. Todos procedentes de Canal 2 de TV. Conocí a Don Alonso a la edad de diez año, cuando mi padre, Manuel Padilla García, me llevaba a la XEDN, a realizar trabajos de electricidad. Don Alonso ya era de las mejores voces de esa estación de radio donde compartía con Julio Salas Rosales, Felix Alonso, Manuel Carrillo Torres y Miguel Salas Páez se ocupaba entonces de la cabina técnica desde donde se manejaba la programación. Nunca imagine que, pasados los años, compartiría una mesa de transmisión televisiva con Don Alonso, que en mi opinión personal, ha sido el mejor locutor de la Comarca Lagunera.
Juan Antonio Meléndez tuvo el acierto de conjuntar en “Noti 4” –que así se llamaba el primero y único noticiero de Canal 4 a medio día--- a un excelente locutor como don Alonso Gómez Uranga metido a periodista y a un servidor, periodista de La Opinión, metido a locutor. Grabábamos las entrevistas para el noticiero con una grabadora de blanco y negro, todavía de bobina; el camarógrafo era Juan Velásquez, entrañable amigo con quien compartimos muchas vivencias a través de 20 años y ahora se nos adelantó en el viaje final.
Un viejo armastote pintado de color naranja fue el escritorio desde donde transmitíamos “Noti 4”; en el invierno, el enorme estudio de Canal 4 era un refrigerador y un horno en verano. Muy pronto llegó la transmisión a color y aprendimos que la televisión nos hacer ver más gordos y más morenos. En alguna ocasión tuvimos que utilizar ---como hasta ahora se hace--- maquillaje que, después de unos minutos, con el intenso calor, se nos “corría” por la cara y teníamos que retocarnos constantemente. Hubo ocasiones en que, por la prisa, salíamos de la televisora sin eliminarnos el maquillaje y en la calle no nos explicábamos por qué le gente se nos quedaba viendo en forma extraña.
A partir de entonces se integraron en la programación matutina “Vitauva”, a las 7 de la mañana con el “Club de Vitauva”; Salvador Pulido Flores ---“Vamos a la Escoba, a comprar barato”, una frase que cantaba musicalizada que después de más de 20 años hay quienes todavía la recuerdan; hizo historia, Maria Carmen, Irma Cruz, Juan Ángel Vázquez (q.e.p.d.), Martha Alicia González de Safa (q.e.p.d.) y sus inolvidables “Cinco Angelitos” ---si desvielaron la Maquina 501, ¿no cree Usted que acaben con la antena?, le decía en son de broma Juan Antonio Meléndez a Martha Alicia---; camarógrafos en el estudio eran los inolvidables amigos y compañeros Eloy Valdez y Guillermo Favela, hoy ya desaparecidos.
Un día, sin mayor explicación, nos informaron que “Noti 4” cambiaría de nombre y de escenografías. Se llamaría “Hoy en la Noticia”. Después supe que un grupo de personas se encargaría de la comercialización del programa.
Armando Navarro López, publicista y locutor, inició un noticiero a las 8 de la mañana que tuvo efímera duración. Un día de invierno, Juan Antonio Meléndez me llamó a su oficina y me propuso me hiciera cargo del noticiero matutino, que se llamaría Primera Edición de Hoy en la Noticia mientras que en el de medio día quedaban Don Alonso Gómez Uranga y Alejandro Tovar. Nadie en Toirreón creía en los noticieros matutinos, me aclaró el señor Meléndez, pero si lo hacíamos con profesionalismo periodístico, podría haber resultados. Así lo inicié; invité como colaboradores a Fernando Ibarra, ex novillero para la Sección Taurina y a Leonel Chaul Chamut, para comentarista de futbol americano. Y así pasamos muchos días, tiritando de frío en aquel enorme estudio; siempre acompañados por Don Eloy Valdez y Memo Favela. Hasta que tuvo el éxito esperado, llegando a tener más credibilidad que el noticiero de medio día. Poco después se integró a este equipo Juan Antonio Ayala Pavón y éramos entonces la pareja combativa. Mi mayor problema, se quejaba Juan Antonio Meléndez, es “jalar” a Don Alonso y a Ustedes dos ---Padilla y Ayala---, detenerlos. Cuanta razón tenía. Ayala y un servidor éramos verdaderos periodistas.
En una ocasión, vino gente de Televisa, propietaria de Canal 4 y de la repetidora Canal 11, a realizar un estudio del mercado televisivo en la Comarca Lagunera. Nos explicaron que no era levantar un raiting porque esto es sumamente complicado. El resultado fue que, en efecto, como una vez dijo Don Alonso, de cada 500 televisores que había en la Laguna, 498 sintonizaban a Canal 4 y los dos restantes estaban descompuestos. Era buna metáfora no muy alejada de la realidad del excelente locutor que acaba de fallecer el 14 de febrero. Había una justificación: Prácticamente, éramos únicos; canal 2 no representaba rival alguno; y menos con el tipo de gente que tenía entonces; no teníamos competencia y, por tanto, éramos amos y señores del espectro televisivo en la Laguna.
El videómetro arrojó también que el programa más visto, el número uno en audiencia era el Club de Vitauva; solo que su público eran niños y no podíamos presumir de ello a los comerciantes patrocinadores pues este tipo de público solo a algunos interesa; el segundo lugar lo obtuvo, las telenovelas de las 11 de la mañana pues a esa horas, miles de amas de casa hacen su tarea. El tercer lugar fue para “Hoy en la Noticia” en sus dos ediciones.
El Payaso Vitauva ha sido un hito en la historia de la televisión en la Laguna. Una generación de laguneros nació con él, con el “pecha cabecha”, con el “Yuju-yuju”, el “ay caray, caray” y con Tomasa, aquella muñeca de trapo que era la compañera de baile de Vitauva, experto bailarín de los arrabales. Una generación de laguneros que se levantaba con Vitauva; que las madres de familia llamaban por teléfono al payasito para pedirle que le pidiera a su niño que tomara la medicina o que se levantara para ir a la escuela; y los niños obedecían al payaso quizá más que a sus padres, Una generación de niños que tuvo a Vitauva como su ídolo.
En cierta ocasión, se inició una campaña publicitaria de los refrescos Barrilitos; la empresa envió a la televisora unos refrigeradores que se instalaron en el estudio. Posiblemente fue Nabor Soto, encargado de la limpieza, a quien se le ocurrió guardar a la muñeca Tomasa en el interior de uno de aquellos refrigeradores que ya no se usaban. Por la mañana, Vitauva no encontró a su fiel compañera de baile Tomasa; al día siguiente igual y el otro también. Fue tal el escándalo que provocó Vitauva por la pérdida de Tomasa que los miles de niños tomaron en serio el acontecimiento. Fue a tal grado que fueron infinidad de llamas telefónicas de los padres de familia, molestos, reprochando a los de Canal 4 haber perdido en forma intencional a Tomasa; hasta recordatorios maternos recibimos. Los niños estaban inconsolables por la pérdida de Tomasa.
Ante esta situación, Juan Antonio Meléndez convocó a una reunión general y expuso el problema. Todos nos dimos a la tarea de buscar a Tomasa pero fue tarea en vano hasta que una vez, empleados de Barrilitos fueron por los refrigeradores y encontraron a Tomasa. Ya era tarde, habíamos pasado varios meses.
Había quejas de que Mary Carmen, una guapa y elegante dama que conducía un programa familiar a media mañana, llegaba tarde y perjudicaba al programa. El señor Meléndez la llamó y le reclamó; ella se defendió argumentando que llegaba tarde porque tardaba mucho tiempo en pintarse y maquillarse. Juan Antonio la escuchó y luego le preguntó: ¿Mary Carmen, se pintará Usted más que Vitauva, que lo hace en 15 minutos? Santo remedio; Mary Carmen nunca volvió a llegar tarde a su programa.
Hay una y mil anécdotas que vivimos en los 20 años que vivimos mientras trabajamos en Canal 4 de televisión. La verdad, no supimos administrar la fama, a muchos de nosotros nos perjudicó el “síndrome del ladrillo” y, con muy pocas excepciones, nos perjudicó seriamente a nuestra vida familiar.
Si bien es cierto que este equipo de Canal 4 nos fuimos los pioneros de la televisión lagunera pues Cana 2 llevaba ya varios años haciéndola, lo cierto es que Juan Antonio Meléndez tuvo la virtud de conformar un extraordinario equipo al que integró y de verdad fue “La Familia del 4”. Hoy me imagino los problemas que debe haber tenido Juan Antonio para lidiar con tantos y tan disímbolos caracteres de todos nosotros. Un equipo, una familia, que en la Laguna será muy difícil volver a repetir.
Cuando llega como nuevo Director de Canal 4, el licenciado Francisco Javier Coglhan Crombé, se genera un cambio radical en la Comarca Lagunera. Por vez primera Canal 4 se maneja con “números negros”, es decir, con ganancias. Tiempo después, durante una reunión del consejo de Administración de Televisa en la ciudad de México, se termina la programación local de Canal 4 y se inicia, totalmente local, la de un nuevo canal, el ahora Canal 9, propiedad de Multimedios, de la ciudad de Monterrey, que no es propiedad de Televisa la concesión.
Como ya había sido nombrado Gerente de noticieros de Canal 4, pasé con el mismo cargo a Canal 9. Pero esa ya es otra historia que tiene mucho de truculencia y de ilegalidad en su funcionamiento como televisora.
Hoy, la televisión lagunera es muy diferente; muchos se ha acogido al dinero fácil y cómodo de los convenios con los gobiernos de todos los niveles de los cuales se ha convertido en su bocina, que ni siquiera voceros. No hay periodismo pues sus conductores, ninguno de ellos, han sido periodistas de un periódico, donde se hacen los verdaderos periodistas; en la televisión se hacen conductores y presentadores; nada más.
En algunos medios de comunicación he leído algunos comentarios y críticas hacia la televisión lagunera: Poca estima me merecen esos críticos pues nunca en su vida han estado dentro de televisión y, por tanto, sus comentarios, análisis, críticas y alabanzas, carecen de sustento moral. Para conocer el monstruo, hay que vivir detro del monstruo, decía un filósofo alemán. Y ello no han vivido dentro de la televisión lagunera.
2 comentarios:
Me encantó tu narración. Grandes recuerdos se amontonan. Saludos de parte de uno de los 5 angelitos.
Bueno todo esto paso en un abrir y cerrar de ojos, a todos ellos los conocí ficica y televisivamente...mi padrino fue: sr. Jaime Martinez Payán uno de los directores técnicos de canal 4, y cómo no recordar a esa sra. De la radio. Radio Éxitos mmmmm suspiro de agradecimiento por tan rico entretenimiento que nos ofrecieron gracias muchas gracias...nos veremos pronto 🙏🙏🙏
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