La Columna de Fidencio Treviño Maldonado
Miserables contra el Petróleo
México el país de las paradojas, el surrealismo mexicano hechos de casualidades y circunstancias, país movido por los vendavales de la Casta Divina (la clase política); a 70 años de privatizarse PEMEX es tiempo que entre extranjeros y malinches ---y que me perdone Doña Marina de Cortés---, esta empresa de los mexicanos sigue en coma, siempre en terapia intensiva, cuando no es por los ladrones, es por los mismos vigilantes o jefes que están al frente (casi lo mismo). Los preceptos de Don Lázaro Cárdenas del Río se fueron por las coladeras cuando los políticos entraron al quite de esta paraestatal; por largos 64 años, el PRI, como partido y absoluto dueño del estado hegemónico, le succionó todo el producto que pudo; fue la caja chica, la caja grande y el aval para préstamos al extranjero, todo con el único y nefasto interés de mantenerse en el poder; no podemos olvidar una de las últimas “ordeñas” que le hizo Rogelio Montemayor para apoyar la campaña de Labastida en el año 2,000, con más de 1,000 millones de pesos; eso es lo que se supo. Sin embargo, aseguran Porfirio Muñoz Ledo y Manuel Bartlett entre otros, que fueron muchos más millones los que entre Carlos Romero Deschamps y el ex gobernador de Coahuila apañaron en esa contienda electoral del año 2,000. Ahora los políticos están de plácemes, el barril de nuestro petróleo vale más de 100 dólares y se pronostica que pueda alcanzar los 120 dólares. Sin embargo, los 14 millones de miserables que deambulan en el territorio nacional se preguntan: ¿Y nosotros qué ganamos? Y el presidente Calderón y jilgueros (por no decir recuas) que le acompañan, responden a coro “ Mexicanos /as, tenemos un tesoro escondido a 3 mil metros bajo el mar y pronto será tuyo, para que tus hijos tengan mejores escuelas, mejores servicios médicos, mejores infraestructura, mejores carreteras, sólo que para eso necesitamos tecnología que nosotros (se supone que los mexicanos) no tenemos, pero si Dios y la Virgen de… etc. etc....” Aquí, en este comercial, no cobrado por parte de la presidencia de la Republica lo único que es verdad es que en los 70 años de explotar a PEMEX no tenemos ninguna clase de tecnología, toda es comprada, alquilada y, en el peor de los casos, prestada con unos intereses llamados tráfico de influencias. ¿Por qué? Por la sencilla razón que al gobierno, a la empresa y a los funcionarios, no les conviene, ya que son siempre invariablemente los familiares de estos quienes hacen toda la labor; el mismo Felipe Calderón lo hizo cuando fue director de energía en el años 2001 y el ahora Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, también en los años 2000, 2001 y en el 2003; y eso que era segundón
Doña Georgina Kessel, actual secretaría de energía en el país, es sólo una vocero más de Felipe Calderón y, según dicen, el delfín del sempiterno y nefasto líder y casí dueño de PEMEX, Carlos Romero Deschamps. Y así pueda valer los 120 dólares el barril de crudo mexicano, el país seguirá igual; si acaso los únicos beneficiados serán los pertenecientes a la Casta Divina (los políticos) ya que así tendrán que repartirlo entre sus partidos políticos y sus achichincles que para el caso es lo mismo. Sólo por citar un ejemplo: hasta el 2005, PEMEX ha ganado 256 millones de dólares en aproximadamente unos 30 mil millones de barriles y se calcula que hay reservas hasta por 25 mil millones de barriles y para unos 12 años o más , sólo en tierra, más lo del tesoro escondido en el mar. PEMEX ha estado abandonada a su suerte por los trabajadores y la prueba es que ellos ganan más que en cualquiera empresa particular o privada; sin embargo, nadie les exige que hagan de PEMEX una empresa eficiente y tan dejada está de la mano de los trabajadores. Es justo mencionar que existen unos 4,800 “trabajadores” que están comisionados, es decir, son “aviadores”, ya sea por el sindicato o comisionados a labores como la de cobrar cada quince días; a ellos si que la Revolución les hizo justicia.
Cualquiera otro país estaría orgulloso de tener nuestros recursos. Sin embargo, en México, el resultado es perverso y catastrófico y el total son mínimo 14 millones de miserables y 10 millones de pobres, que ni siquiera saben que literalmente el petróleo es tambien de ellos. Don Lázaro Cárdenas del Río se ha de estar revolcandose en la tumba cada aniversario de la privatización, y es el 18 de marzo cuando los descarados truhanes y bola de gamberros que se dicen funcionarios alaban en sus discursos las bondades del petróleo. “México, no te acabes” parece ser el grito que resuena en los pasillos de Palacio Nacional cada 18 de marzo. Ahora los actuales Priistas junto con los Perredistas defienden nuestro petróleo. ¿Por qué por más de 70 años al PRI le valió sombrilla lo que le pasara a PEMEX y a la nación en si? ¡Ahora, después de 70 años les preocupa mucho! Comentarios y sugerencias: kinotre@hotmail.com
jueves, 20 de marzo de 2008
La Columna de Fidencio Treviño Maldonado
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