jueves, 17 de abril de 2008

La Columna de Fidencio Treviño Maldonado

La Columna de Fidencio Treviño Maldonado

¿Hay partidos y hombres de izquierda en México?

¿Qué sería el mundo sin los locos y los soñadores?


Dicen que quien a los 20 años no sea de izquierda o rebelde es un pendejo, pero si a los 50 años sigue siendo o creyendo en la izquierda, es más pendejo. Sin embargo, es mi estilo particular de discernir de esa opinión. En su mayoría, los grandes iniciados fueron rebeldes por naturaleza y tal vez el más grande de rebeldes y líderes de todos fue un humilde carpintero de Nazareth, llamado Jesús. Pero meter a Cristo en los embrollos de la política nacional es sólo martillar más los clavos de su cruz. En México, durante muchos años, la izquierda reformista postuló la existencia de diferencias en el partido gobernante, siempre sujeto a posibles alianzas; esta posición, que en el pasado capitalizó ciertos espacios políticos, hoy, la izquierda (corriente izquierdaza), se encuentra en una debacle tangible. El mismo PRI, que fue el reflujo revolucionario de 1910, llega al punto de convertirse en partido de clases y desde luego en el único partido con terreno para resolver, no los problemas sociales, sino los enfrentamientos políticos, como se sigue llevando en la actualidad; todas las reglas del juego nacional desembocaron y siguen el mismo cauce institucional que dicta el presidencialismo, que en si es el verdadero poder y siempre recae en el jefe de Estado.
Lejos quedaron los tiempos de la verdadera izquierda en el país, aquellos partidos de luchadores sociales y sólo por citar algunos que las nuevas generaciones de políticos no recuerdan como el PCM (Partido Comunista Mexicano) que da formación al PSUM. Otros fueron el PMT, MAUS, (Org. Comunista proletaria) el MAP, el PPM, la Liga 23 de septiembre, que fundaron o pertenecían al PPS y al PCM, inclusive el PPM (el partido de los Pobres) que formó Lucio Cabañas, que fue uno de los últimos movimientos armados en el país y de hecho la agonía de la verdadera izquierda que no tuvo éxito, ya que la izquierda parece estar más cercana hacia el movimiento de masas que de las armas.
Ahora la izquierda es sólo una caricatura de partidos, líderes con lengua comunista y con estomago y cuenta bancaria de capitalistas ---por la democracia, hasta con el diablo--- parecen decir los PRIistas, los mismos acolitados PANistas, y los PRIPANistas arrepentidos que ahora se cobijan en el PRD; sin embargo, podemos decir que lo que se ve no se juzga como en el caso del PRI que nunca ha sabido ser oposición, por el hecho de no estar preparados para perder, siempre con la tranza por delante y por el lado que se le vea. El PAN fue oposición, sin ser de izquierda; en la actualidad, con los mismos vicios corregidos y aumentados de su antecesor y el PRD por un tiempo se lanzó como defensor de las causas sociales, pero nunca de las causas perdidas. Los demás partidos que ambulan en los pasillos de palacio, son parásitos, marionetas o rémoras e importan sólo los días de cobrar facturas al país. Para muchos políticos la izquierda universal, regional y nacional se divide en tres: la del centro, la radical y la moderada; sin embargo, Maquiavelo dice y asegura que sólo hay dos opciones en la conducta humana, O se es, o no se es. Las alianzas de los partidos, de los sindicatos, de los mismos líderes se han oficializado y han convertido la política en un corporativismo, quedando en México sólo una caricatura de lo que es la izquierda ya que en la actualidad ni vanguardismo, ni principios, ni siquiera abstracciones incomprensibles para el movimiento concreto de los trabajadores caben ahora en esta concepción de tranzas y nuevas alianzas de la política nacional.
Ser de Izquierda no necesariamente se tiene que ser comunista, socialista, trotskista, lanistas, maoísta o recitar a Marx o haber visitado Cuba o Rusia u otro rollo de esos, sino buscar entre otras cosas la liberación social, esa atadura a la costumbre y uso de conformismo en que hemos caído toda la sociedad ante esa crisis tan descarada de conciencia, que dan los valores y rasgos ya desde hace mucho tiempo perdidos en nuestra “casta divina” gobernante... Grandes hombres de Izquierda hubo en México y desde un Donceles hasta un Heberto Castillo, pasando por Valentín Campa, Demetrio Vallejo, artistas de la talla de Siqueiros, Clemente Orozco, Diego Rivera y la misma Frida, el guionista, escritor y luchador social José Revueltas, entre otros . Cabe hacer mención de un luchador social México-americano llamado Cesar Chávez que para vergüenza de muchos políticos y funcionarios mexicanos defendió y ya muerto, como el Cid, sigue defendiendo a nuestros compatriototas.. Por eso ahora que se escucha a cientos de advenedizos políticos y funcionarios decir que son de izquierda, no sólo hay que reírse de ellos, sino en este caso lo mejor es ignorarlos… En México, desde hace tiempo que no existe la izquierda, existen sólo políticos interesados en el poder y los que se dicen ser de izquierda son unas pobres remedos de caricaturas. Comentarios y sugerencias kinotre@hotmail.com

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