martes, 27 de mayo de 2008

!Fuego!/Lic. Consuelo Esquivel

¡Fuego!

Por la Lic. Consuelo Esquivel.
MIER 28 DE MAYO.

TRES MUJERES, TRES.- En estos días que acaban de pasar, hemos sido testigos de cómo la pobreza y el desamparo, han llevado a tantas mujeres a vivir en desgracia como los tres casos que citaremos y que por lo mismo, nos haga reflexionar en si somos o no personas que nos conmueva todavía el dolor humano.
ACUSADA DE ROBO.- En días pasados, los medios de comunicación, nos informaron de una joven mujer, sirvienta –que a lo mejor ni lo es-, que había robado en cinco diferentes domicilios, una cantidad considerable en dinero y joyas. Al punto del linchamiento, aseguraban que era una ladrona, que aprovechándose de la confianza de sus patronas, las había robado.
LA VERDAD.- Días después y habiendo logrado salir de la cárcel, la acusada se presentó para aclarar y limpiar su nombre, diciendo que unos agentes policíacos abusones –como los hay tantos- con lujo de violencia la habían torturado, acompañados y dirigidos de un brillante “licenciado”, Agente del Ministerio Público, al que no vale la pena mencionar que también participó en la tortura. Todos, haciendo mofa, golpeándola, dándole pocito y tehuacanazo, quisieron involucrarla en el robo, presentando testigos falsos –mujeres que se prestan a tales fechorías-, pero al no comprobársele el delito, fue puesta en libertad. Víctima de estos malhechores, que no le podrán regresar su fama perdida, pues la acusación la hicieron guardianes de la integridad de las familias, mismos que deberían ser juzgados por ese cobarde delito inventado.
LA DESGRACIA DE ERIKA.- Otra noticia que debía conmovernos, es el encierro de cuatro menores en un departamento, porque su madre, muy enferma se fue con su abuela a atenderse, encargándoselos a un vecina, que no tuvo un rasgo de humanidad para con los menores, sabiendo que estaban solos y menos se le ocurrió, después de las primeras 24 horas, dar parte al DIF, si no que esperó a que pasaran tres días para denunciarla. Aquí aparte de la desgracia de la enfermedad de la madre y el encierro de los menores, nos muestra, que hemos perdido el don de la solidaridad, de lo humano y ya no nos conmueve nada, mientras nosotros no seamos los perjudicados.
ELBA YOLANDA.- Otra joven madre, de origen salvadoreño, buscando llegar a los Estados Unidos, al tratar de abordar un tren, por tanto día de ayuno y camino, le faltaron las fuerzas para asirse de la agarradera del tren, resbalando y mientras caía su pensamiento voló hacia la razón de tanto esfuerzo: su pequeño hijo que dejó en el Salvador, por ese motivo sacando fuerzas, quien sabe de dónde, logró arrastrarse para sufrir el menor daño en sus piernas, que finalmente perdió y hoy está en espera de la generosidad de los laguneros para adquirir unas prótesis, con el fin, de regresarse al lugar donde se encuentra su hijo.
SOLO SON MADRES.- Aquí, lo único que nos queda por comentar es, que debemos recuperar, nuestros valores, la generosidad, la solidaridad, piedad, amor al prójimo, porque ¿de qué vale que leamos estos casos desgraciados si no nos conmueven, si no hacemos algo? ¿De qué sirven tantas asociaciones que dicen proteger a la mujer, si en estos, cuando menos tres casos, no hacen absolutamente nada? ¿Para que están pues?
AHORA POR INTERNET.- Busque diariamente Lalagun4.com, o si prefiere en Grupocontexto.com. El periodismo moderno. Mande su comentario: manuelteranlira@aol.com
(Continuará mañana

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