lunes, 26 de mayo de 2008

Insaciables los regidores panistas; más nepotismo

Insaciables los regidores
panistas; más nepotismo


Por: Marco Anguiano Durán
Son insaciables los regidores panistas: siguen incrustando en la nómina municipal a sus parientes que si no fuera por esa “palanca”, por capacidad, seguramente nunca serían funcionarios públicos. Es la ventaja de tener “mamá regidora”..
Claudia González Díaz, síndico de vigilancia del Cabildo, denunció que la regidora panista Leticia Olvera Acevedo, octava regidora, no conforme con que desde hace un año impuso a su hijo en la nómina municipal, hace mes metió a su segundo hijo al departamento de egresos de la tesorería municipal con el nada despreciable salario de 36 mil 578 pesos mensuales.
La síndico de vigilancia entregó a Vespertino copia de la nómina donde se establece que el hijo de la octava regidora, de nombre Armando Barrón Olvera, desde hace un año trabaja en la presidencia municipal con un salario de 18 mil 720 pesos.
Sin embargo, hace poco más de un mes, la regidora panista logró colocar a su otro hijo, de nombre Alfonso Javier Barrón Olvera, en el departamento de Egreso de la tesorería municipal con un sueldo de 36 mil 578 pesos con 28 centavos.
La regidora gana un salario, acumulado con todo tipo de prestaciones, superior a los 70 mil pesos, ahora que tiene a la mayor parte de su familia en la nómina municipal, autorizada por el alcalde panista José Ángel Pérez, se convierte en una más de la mal llamada “familia feliz” panista que lo primero que hicieron fue acomodar a sus parientes y amigos.
Y es que, a cambio de estos “favores” del alcalde para la octava regidora, esta aprueba todas las proposiciones aque hace José Angel Pérez en las sesiones de Cabildo. El mejor ejemplo, estima Claudia González, es que Leticia Olvera es la mejor propulsora del capricho del alcalde de beneficiar a la empresa PASA. Leticia Olvera es la mejor promotora y desde ahora se sabe que su voto es por “la línea” del alcalde.
Dudó mucho Claudia González que si fuera por capacidad, ni Alfredo Javier ni Armando Barrón Olvera, fueran contratados como funcionarios municipales; y menos con tan elevados sueldos.
La diferencia, lo que los hace ciudadanos de primera categoría en Torreón, es que su mamá regidora se somete a los caprichos del alcalde aprobándole todas sus imposiciones y se olvida que es, o debería ser, una representante popular y velar por los intereses de la ciudadanía y no por los del bienestar de su familia.
Casos de nepotismo como el de la regidora Leticia Olvera viene a aumentar a los del “clan de los Chavira”, al nepotismo de Maria Eugenia Cázares, de Manuel Villegas y otros panistas más que se enriquecen con el dinero del pueblo porque en otras empresas no los quieren.

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