sábado, 11 de octubre de 2008

Los partidos políticos como negocio

Los partidos políticos
Como negocios



Por: Manuel Padilla Muñoz
La renuncia del candidato a diputado local por el Distrito III del Partido Verde Ecologista, Humberto Quiroz García, destapó la “cloaca” que todo mundo sabe pero muy difícil de probar: que los recursos que el gobierno otorga a los partidos y candidatos no son utilizados para el fin que fueron autorizados sino que muchos dirigentes se quedan con ellos y dejan a sus candidatos a que invierten de su peculio o bien “pasen la charola” para recolectar fondos para sus campañas.
El candidato del Verde Ecologista renunció el martes durante una conferencia de prensa en la ciudad de Saltillo presidida por el presidente nacional del PVEM, Jorge Emilio González Martínez, quien de nueva cuenta fue “chamaqueado”.
Posteriormente, el dirigente estatal, José Refugio Sandoval, dijo que el candidato le había pedido 150 mil pesos para su campaña. Como reacción, Humberto Quiroz aseguró que presentará una denuncia contra el diputado verde por difamación y demás que le resulten.
Aparte de todos los dimes y diretes entre los ecologistas, lo cierto es que hay podredumbre al interior de los partidos políticos por el destino de los recursos públicos que les otorga el gobierno pero que son de todos los coahuilenses.
Pero no es único el Verde Ecologista a quien se acusa de esfumar los recursos para la elección actual. Mire lo que la columna política del Periódico Vanguardia (9/1008 Pag. 3 sección A), denominada Politicón:
“NO HAY REEMBOLSO.
Lo peor es que Oscar Mauro Ramírez, el dirigente estatal de Convergencia y además candidato plurinominal ---mire nomás que vivo--- nunca prometió reembolsar ni un centavo, no obstante que le ganó al IEPC un juicio y el Tribunal Electoral obligó al Instituto Electoral a darle dinero para las campañas.”
Le faltó decir al columnista que Oscar Mauro también es candidato a diputado por el Distrito VIII. O sea, que si no gana la elección constitucional, inocentemente confía en que Convergencia obtenga una pluri y él sería el beneficiado. Oscar Mauro a fuerza quiere ser de nueva cuenta diputado. Ya lo fue dos veces pero le gustó mucho la ubre de la nómina.
Pero, la pregunta es: ¿Puede ser candidato y dirigente estatal de su partido al mismo tiempo?
Pero no es todo. En los promocionales televisivos de Convergencia, se asegura que “sin compadrazgos ni amiguismo, la convención estatal designó a sus candidatos a diputados locales”. Falso. Nosotros estuvimos en dicha convención celebrada en el antiguo Casino Español y nunca hubo tal elección de candidatos. Simplemente se dejó a criterio del dirigente estatal la designación de candidatos. Y nombró a compadres y amigos, exactamente lo mismo que critica en sus promocionales.
Pero si esto no es suficiente, hay más de Oscar Mauro. Engañó al señor Rafael Hernández a quien desde los inicios del proceso conoció, porque incluso acompañó a Rafael a la candidatura del octavo distrito. El pre candidato hizo diversos gastos y el último día de inscripciones ante la autoridad electoral Oscar Mauro ya se había registrado como candidato. Esto, sin duda alguna, es una traición digna de una persona de bajos instintos.
Dos veces Rafael le ha reclamado el reembolso de los gastos realizados pero Oscar Mauro se ha negado. La próximo vez, en unos días más, es posible que veamos a un candidato a diputado local golpeado.
Para que vea la clase de candidato que se postulan. Lo bueno es no ganarán ni una plurinominal. Es por eso que algunos miembros del mismo Convergencia han bautizado a Oscar Mauro como el “candidato Walt Disney”, por aquello de que es puros cuentos.
Los candidatos de la Unidad Democrática Coahuilense andan por las mismas pero esto será tema de otra colaboración en especial. Estos están peor.

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