Piratería en Torreón; hay
Hasta “maestros patito”
Por: Manuel Padilla Muñoz
Aparte de la exagerada existencia de productos “pirata” de toda clase en Torreón, también hay que soportar que en la educación es igual: hay hasta “maestros patito”, personas que disfrutan de una plaza magisterial y no tienen título como maestros sino que han comprado la plaza, otros por ser parientes de los dirigentes sindicales y funcionarios de la SEPC y hasta representantes de medios de comunicación que han chantajeado a dirigentes sindicales.
Es así que no puede entenderse la “revolución educativa” anunciada por el presidente Felipe Calderón y la dirigente nacional del SNTE sin que se realice, al mismo tiempo, una “limpia” de todos aquellos maestros improvisados, o sea, “maestros patito”.
La improvisación de maestros tiene como origen la corrupción tanto dentro del sindicato magisterial como de la Secretaría de Educación Pública. Por las investigaciones que hemos realizado, esta improvisación se da más entre los maestros de educación deportiva y de tecnologías.
Se sabe, por ejemplo, que muchos maestros, para cumplir, asistieron a cursos de unos meses en el Cecati 20, de Gómez Palacio y después de ese lapso, con un simple diploma, fue suficiente para avalarlos como maestros de tecnologías. Carecen de la capacidad pedagógica que debe ser indispensable para saber enseñar. Hay otros que presentaron documentos apócrifos y los hay, aunque pocos, porque tenemos datos y nombres precisos, de representantes de medios de comunicación que chantajearon al anterior dirigente sindical de la Sección 35 a quien “le bajaron” una plaza ocupada por un seudo periodista sin tener el título docente que requiere la ley.
Un antídoto para, en el futuro se termine con la improvisación de maestros, se contempla en la “revolución educativa” anunciada para otorgar las plazas magisteriales por oposición, por capacidad, como se hizo ya en inicios de este mes en Nuevo León, en vez de vender las plazas o bien obtenerlas por recomendaciones.
La educación del futuro requiere, necesariamente, transparencia para tener concursos de oposición para ingresar al sistema educativo, así como la elección de directores y subdirectores. Como complemento, Carrera Magisterial con base en el desempeño frente a grupos y no a quien tome más cursos. Rezonificación, que haya menos escuelas por zona escolar. Revisar criterios de ingreso a la Normal de Educación. La creación de un organismo autónomo que certifique a los maestros.
Un problema que puede tornarse grave, por la oposición que se prevé, es desalentar la venta de comida “chatarra”. Esta se realiza en las famosas tienditas que manejan, en la mayoría de las escuelas, directores, maestros y padres de familia que jamás rinden cuentas claras y se entiende como un “negocio” en beneficio a ciertos directores de las escuelas.
En estas páginas hemos denunciado el daño que se hace a los escolares con la venta de comida chatarra en esos negocios en el interior de las escuelas concesionadas a directores de escuelas.
Aparte de la exagerada existencia de productos “pirata” de toda clase en Torreón, también hay que soportar que en la educación es igual: hay hasta “maestros patito”, personas que disfrutan de una plaza magisterial y no tienen título como maestros sino que han comprado la plaza, otros por ser parientes de los dirigentes sindicales y funcionarios de la SEPC y hasta representantes de medios de comunicación que han chantajeado a dirigentes sindicales.
Es así que no puede entenderse la “revolución educativa” anunciada por el presidente Felipe Calderón y la dirigente nacional del SNTE sin que se realice, al mismo tiempo, una “limpia” de todos aquellos maestros improvisados, o sea, “maestros patito”.
La improvisación de maestros tiene como origen la corrupción tanto dentro del sindicato magisterial como de la Secretaría de Educación Pública. Por las investigaciones que hemos realizado, esta improvisación se da más entre los maestros de educación deportiva y de tecnologías.
Se sabe, por ejemplo, que muchos maestros, para cumplir, asistieron a cursos de unos meses en el Cecati 20, de Gómez Palacio y después de ese lapso, con un simple diploma, fue suficiente para avalarlos como maestros de tecnologías. Carecen de la capacidad pedagógica que debe ser indispensable para saber enseñar. Hay otros que presentaron documentos apócrifos y los hay, aunque pocos, porque tenemos datos y nombres precisos, de representantes de medios de comunicación que chantajearon al anterior dirigente sindical de la Sección 35 a quien “le bajaron” una plaza ocupada por un seudo periodista sin tener el título docente que requiere la ley.
Un antídoto para, en el futuro se termine con la improvisación de maestros, se contempla en la “revolución educativa” anunciada para otorgar las plazas magisteriales por oposición, por capacidad, como se hizo ya en inicios de este mes en Nuevo León, en vez de vender las plazas o bien obtenerlas por recomendaciones.
La educación del futuro requiere, necesariamente, transparencia para tener concursos de oposición para ingresar al sistema educativo, así como la elección de directores y subdirectores. Como complemento, Carrera Magisterial con base en el desempeño frente a grupos y no a quien tome más cursos. Rezonificación, que haya menos escuelas por zona escolar. Revisar criterios de ingreso a la Normal de Educación. La creación de un organismo autónomo que certifique a los maestros.
Un problema que puede tornarse grave, por la oposición que se prevé, es desalentar la venta de comida “chatarra”. Esta se realiza en las famosas tienditas que manejan, en la mayoría de las escuelas, directores, maestros y padres de familia que jamás rinden cuentas claras y se entiende como un “negocio” en beneficio a ciertos directores de las escuelas.
En estas páginas hemos denunciado el daño que se hace a los escolares con la venta de comida chatarra en esos negocios en el interior de las escuelas concesionadas a directores de escuelas.
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