martes, 22 de abril de 2008

Sin Orden, las Obras Públicas

Sin orden, las
Obras públicas



Por: Manuel Padilla Muñoz
El caso más palpable de que el municipio no tiene orden en la ejecución de las obras públicas es el del rescate del Centro Histórico pues mientras que el alcalde panista José Ángel Pérez sometió a “licitación” la construcción de los paseos peatonales donde pretende reubicar a los comerciantes ambulantes, estos y los comerciantes organizados del primer cuadro, no han sido tomados en cuenta para llevar a cabo dichas obras y que todo mundo quede contento.
Ernesto Ramírez, quien está ganando un amparo al Ayuntamiento que no quiere dar a conocer las facturas del Fideicomiso de Seguridad Pública, consideró que es una incongruencia el proceder del alcalde pues todo apunta a que tratará de imponer, así sea con la fuerza pública “su” proyecto de remodelación del Centro Histórico donde se invertirán más de 100 millones de pesos.
En realidad, analizó, no existe orden en la ejecución de las obras públicas pues es notorio que al alcalde le urge iniciar estas obras a fin de presentarlas en su informe de gobierno en el mes de diciembre y por eso todo se hace de prisa, sin planeación adecuada para el futuro crecimiento de Torreón.
Lo mismo ocurrió con el par vial de la Comonfort-Francisco I. Madero que costó grandes cantidades de dinero y apenas unos meses después ya se empiezan a tener fallas en la obra.
Nuestros gobernantes municipales planean las obras exclusivamente para ejecutarlas dentro de su administración a fin de presumirlas en sus informes de gobierno. Por eso la infraestructura que se tiene es improvisada pues obedece a las necesidades personales de nuestros funcionarios municipales.
Hay ciudades en México y en otras partes del mundo donde se llevan a cabo obras a largo plazo pero que son verdaderas estructuras urbanas que mejoran, en mucho, las ciudades y para eso se necesita tiempo y mucha planeación. En muchos casos una autoridad municipal inicia la primera parte y deja para las siguientes autoridades otras partes importantes. Aquí en Torreón no.
Mientras padezcamos este tipo de funcionarios, Torreón verá sus obras improvisadas de acuerdo al tiempo de duración de una administración pública municipal.
Por ejemplo, se pudiera considerar que hay alternativas para reubicar a los comerciantes ambulantes y no tiene que ser precisamente en el centro de la ciudad pues se termina con un problema pero, al mismo tiempo, se abre otro que sería más grave, con los llamados paseos peatonales pues lo lugares desocupados pronto serían invadidos de nuevo.
Una alternativa podría ser integrar la parte donde antiguamente se encontraba el rastro municipal al centro de la ciudad. Además, es la parte más histórica de la ciudad pues ahí empezó Torreón.
Podría hacerse una obra bien planeada, con todos los adelantos modernos para crear un gran espacio que sería una extensión del primer cuadro, solamente dividido por las vías del ferrocarril, donde podrían caber cientos de comerciantes ambulantes.
El municipio tiene la obligación se construir la infraestructura para llevar a los clientes a esos lugares donde estarían concentrados los comerciantes ambulantes en forma específica. El paseo de las fondas, de los regalos, de las chucherías y así por el estilo.
Es claro que esto llevaría tiempo y una mayor inversión pero sería muy sano que una administración municipal, olvidándose del interés personal de un alcalde, iniciara la primera parte con una solución integral.

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