viernes, 18 de julio de 2008

"Capulines" y traidores




“Chapulines” y traidores



Por: Manuel Padilla Muñoz
Apenas ayer en las páginas de Vespertino y en este espacio cibernético publicamos una información titulada “!A saltar, chapulines!”, y unas horas después, en efecto, lo hicieron: Siete regidores de Torreón y 6 alcaldes del estado de Coahuila lo hicieron, asidos de la “liana” saltaron para buscar una diputación local.
Los ediles del Cabildo de Torreón que solicitaron licencia para retirarse del cargo son: los panistas Pedro Gerardo Ávila, primer regidor; Iván García Colmenero, tercer regidor; José Manuel Villegas, cuarto regidor; Jesús Martínez, séptimo regidor; Javier Pérez Valenzuela, décimo regidor y el síndico Eduardo Antonio Albores Potisek. Por parte del PRI, solamente el treceavo regidor, Shamir Fernández Hernández.
Los alcaldes del estado de Coahuila que hicieron lo mismo son, el de Saltillo, Fernando de las Fuentes Rodríguez, el de Matamoros, Raúl Onofre Contreras, el de Viesca, Mario Alcocer, el de Monclova, Pablo González, el de Frontera, Rogelio Ramos y el de San Buenaventura, David Ascensión Álvarez, todos ellos del PRI.
Estos funcionarios públicos, “electos” supuestamente por el pueblo en elecciones constitucionales, además de “chapulines” son traidores porque han traicionado la confianza de los electores. Cuando acudieron, muy mansitos en ese entonces, solicitando el voto para ocupar dichos cargos, nunca le dijeron al pueblo que estarían solamente mientras conseguían otra chamba para seguir en la ubre gubernamental, no, se supone que deberán cumplir el período constitucional para el que fueron electos que termina el próximo año.
Además, de acuerdo a la Constitución, los cargos de elección popular son irrenunciables y para separarse de los mismos existen solamente algunas causales que establece la ley pero ninguna de ellas dice que pueden hacerlo para ser “chapulines” y saltar a otra chamba. Defraudan estos funcionarios públicos la confianza depositada en ellos por el pueblo. Y pueden hacer ya que en México se les brinda toda la impunidad necesaria para retorcer las leyes de acuerdo a sus intereses y a la de sus partidos políticos.
Lo más grave del caso es que estos ediles torreonenses amenazan con regresar a sus cargos si no son designados candidatos o bien ganan la elección constitucional o los designan sus partidos diputados plurinominales. En realidad, lo que deberían regresar es el botín que se llevan y los elevados sueldos ---pagados con dinero del pueblo, claro--- que no devengaron.
El antídoto para terminar con esta fauna de funcionarios públicos “chapulines” la tiene el mismo pueblo y debe ejercerla no sufragando por ellos como voto de castigo, no llevarlos al cargo que buscan, porque, de acuerdo a la lógica muy cierta, el que traiciona una vez, traiciona muchas veces más. Y estos ya traicionaron la confianza de los electores laguneros. Se merecen eso y más por traidores y poco hombres.
Pero también los partidos políticos mucha culpa tienen de estas situaciones irregulares en la política nacional pues los grupos que tienen a esos partidos políticos como rehenes, los han convertido en una agencia de empleos y de colocaciones que privilegian solamente a la élite de esos grupos. También los partidos políticos, pues, se merecen el castigo del juicio del pueblo.
Si Usted analiza el perfil de los ediles de Torreón que solicitaron permiso para dejar temporalmente el cargo e irse de “chapulines”, podrá notar que son los más inútiles, de los cuales pocos de ellos, si no es que ninguno, ha cumplido con su trabajo, pero eso sí, religiosamente a cobrados su oneroso salario, se ha quedado con los gastos de “ayuda social”, he hecho negocios y acomodado en la nómina municipales a sus familiares y amigos. Si se van, en realidad torreón no pierda nada bueno; al contrario, sería más sano y económico para el pueblo que no retornaran al cabo, sin ellos, no pasa nada y posiblemente hasta mejor marcharía la vida pública del municipio. Comentan en la presidencia, p0or ejemplo, que al llamado “síndico rebelde” (Eduardo Antonio Albores Potisek) lo “arreglaron” para que aceptara las cuentas públicas rechazas anteriormente ofreciéndole una diputación. Si gana la interna, la versión será verídica.
Así que mejor ---para estar a tono con el tema faunístico--- hagamos “changuitos” para que no regresen a sus cargos.

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