jueves, 19 de junio de 2008

Al Margem/Manuel Padilla Muñoz

Al Margen



Por: Manuel Padilla Muñoz
ESTA BIEN que se solucione un añejo problema en el llamado Centro Histórico de Torreón como es los comerciantes ambulantes que han estrangulado las principales de la ciudad. Lo que no está bien es la forma autoritaria, prepotente, unilateral y hasta fascista en que los está llevando a cabo la administración panista que encabeza José Ángel Pérez Hernández y su operador político, Rodolfo Walls Aurioles, secretario del Ayuntamiento.
Como antecedente, debemos recordar a los laguneros que el PAN es un partido de derecha, fundado y con proclividad a la iniciativa privada, es decir, los ricos del país. Un partido de derecha que en su discurso utiliza la palabra democracia que en sus hechos niega, es su peor enemigo, como hasta ahora lo han demostrado las tres administraciones municipales panistas. Entre el partido de derecha del PAN y el fascismo que practicaba Adolfo Hitler, hay solo una delgada línea que el actual alcalde gusta mucho de saltar utilizando la fuerza pública, los golpes, la cárcel, la “ley del garrote”, la represión, en contra de quienes no se pliegan a sus caprichos a quienes considera enemigos a los cuales hay que acabar con ellos a cualquier precio.
Lo vimos la madrugada del miércoles como una joven de 17 años se hincaba ante Alfredo Castellanos y le suplicaba que dejaran de golpear a su compañero quien de todas maneras fue llevado a las mazmorras de la ergástula municipal. Escenas solamente vistas en estados totalitarios donde la fuerza de la policía y del ejército, la superioridad numérica, sus armas y equipos protectores contra la violencia, no solamente abusan del pueblo indefenso sino que lo humillan y lo degradan. Escena como la que vimos de una joven, llorando e implorando de rodillas a un director de seguridad pública prepotente y arrogante no deben repetirse en un México que se supone transita a la democracia. Así eran Hitler y Mussolini, los peores chacales de la historia. En Torreón tenemos, pues, a dos aprendices de ellos: a José Ángel Pérez y a Alfredo Castellanos. Personajes que el juicio de la historia ---el único juicio que vale: el del pueblo--- habrá de arrojarlos al estercolero de la historia regional como lo que son; a la piara de cerdos.
La realidad intangible es que, ante la carencia total de obras de verdadera infraestructura para la ciudad, el alcalde panista requiere, con urgencia, una obra que presumir en su fiesta particular de culto a su personalidad en el informe de gobierno. Ha elegido lo que llama el “rescate del Centro Histórico”. Loable como proyecto. Pero esto implica una reordenación de todos los factores con verdaderos proyectos integrales. No es una solución cambiar a los comerciantes ambulantes de unas avenidas para hacinarlos en dos calles porque es una aspirina para un cáncer. Y menos si no se tiene la sensibilidad política para consensar los intereses de todos los actores, en este caso, de los comerciantes ambulantes, de los establecidos y la ciudadanía en general.
Diferimos mucho con El Siglo de Torreón (columna Verdades y Rumores Miércoles 18 de junio) cuando asegura que con las acciones que ha llevado a cabo José Ángel Pérez es un alcalde enérgico. Agredir, golpear, reprimir, encarcelar, presionar, violar los derechos humanos de indefensos hombres, mujeres y niños, amparados por la oscuridad de la noche, es y con armas de fuego, no es digno de un alcalde enérgico sino de un fascista. Claro que entendemos porque el llamado “defensor de la comunidad” aparece como oficioso defensor del alcalde. Que la factura valga la pena.
¿Por qué José Ángel Pérez y sus “asesores” ---a quienes todavía el pueblo vejado les paga más de 75 mil pesos mensuales--- le temen tanto al amparo y protección de la justicia federal que con todo derecho anunciaron los comerciantes informales? Si el alcalde y su gavilla tienen la razón, no deben temer a un simple amparo. ¿No fue acaso el mismo alcalde panista quien acudió a la protección del poder judicial federal con la controversia constitucional en contra de la sub secretaría regional del gobierno del estado? La controversia constitucional es también una especie de amparo. ¿Por qué José Ángel si reclama ese derecho para síu y lo niega para otros a quienes considera sus enemigos?
Esto solo se entiende bajo la sentencia de “a los amigos, la ley y gracia; a los enemigos, la ley a secas.” José Ángel Pérez simplemente aplicó a los comerciantes ambulantes todo el rigor de la ley, a secas.
La incapacidad, la falta de experiencia en gobernar y la ineficacia de los funcionarios de la actual administración los lleva a la improvisación, a las soluciones fáciles pero no integrales. Para eso se necesita acudir al pueblo. Muchas personas hay quienes puedan dar una solución integral al caso del ambulantaje que en verdad requiere solución. Pero esta no es de la noche a la mañana; se requieren de varios años para llevar a cabo un verdadero proyecto que deje satisfechos a todos. Pero José Ángel necesita algo para su informe; y para conseguirlo no se tentará el corazón ---como no lo ha hecho--- en reprimir cuantas veces sea necesario al pueblo.
Le daremos una pista de solución integral. ¿Por qué no integrar al Centro Histórico los terrenos donde antiguamente fueron el viejo rastro, la Compresora y la Jabonera La Esperanza, para crear un complejo donde instalar a los ambulantes? Si el Centro Histórico ya no tiene capacidad para albergar a los informales, hacerles un lugar y crear la infraestructura necesaria para llevarles clientela. Así, nadie saldría perdiendo y ganaría la ciudad. Podemos aprender de otras ciudades de México y España donde han tenido el mismo problema y saber como lo han solucionado para el futuro.
Pero mientras tengamos alcaldes pusilánimes, apáticos e ineficientes, provenientes de un partido de derecha, más apegado al fascismo, como José Ángel Pérez, el despilfarrador que prefiere pagar casi 11 millones de pesos en artistas para darle circo al pueblo en vez de hacer obras con ellos y gastar millones de pesos en campañas publicitarias y además llenas de mentiras, seguiremos estando en el lugar número 29 de las grandes ciudades de México cuando, hace años, alguna fuimos considerados entre las 10 primeras y en limpieza, Mérida y Torreón, tuvieron fama nacional de ciudades limpias.

Hasta los cuervos que crío apoyan al fascista José Ángel Pérez y lo invitan a sus convenciones
manuelpadillamunoz@hotmail.com.

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