jueves, 26 de junio de 2008

¿Cuál modernización del transporte público?

Tònica del alcalde José Angel Pérez: Càrcel a los comerciantes ambulantes...


...Cárcel a los transportistas... ¿Quièn sigue?

Modernización del transporte (garrotazos y cárcel); reubicación de ambulantes del Centro (más garrotazos y más cárcel)


Por: Manuel Padilla Muñoz
Las armas del ejército joseangeliano ---entiéndase “Halcones” de la Dirección de Seguridad Pública Municipal; vulgo policías--- dos veces se han cubierto de gloria en esta administración municipal panista al ganar dos épicas batallas contra las huestes de los malvados que han querido acabar con la ciudad utilizando las peores y más modernas armas de los terroristas entrenados por Osama Bin Laden: du derecho a defender sus intereses y la garantía constitucional de manifestarse.
Afortunadamente, el comandante supremo de este ejército salvador del orden social, José Ángel Pérez, atendido y graduado en una clínica para sicópatas de la Ciudad de Durango –a donde lo llevaba su cuñada, la doctora, y le compraba las medicinas---, apoyado por el ahora "general "de cinco estrellas, Alfredo Castellanos, han impedido el triunfo de los enemigos de Torreón, de los temibles terroristas.
Febrero del 2006, un grupo de concesionarios del transporte urbano, que no estaban de acuerdo en ingresar al mal llamado proyecto de modernización del transporte ideado por el alcalde y su ignorante director de autotransporte, Ernesto Cuellar, ejercieron su derecho a manifestarse en las afueras del estadio de la Revolución, donde pararon sus camiones.
Hasta ahí llegaron los “Halcones” joseangelianos, armados con cascos protectores, chalecos anti balas, escudos anti motines, gases lacrimógenos, macanas, y esposas y en número que cuadriplicaban a los 50 transportistas manifestantes, y aplicando “la ley, a secas”, golpearon a placer a los indefensos transportistas y a dos ediles priistas y luego los encerraron en las mazmorras de la cárcel municipal.
Fue, para el alcalde José Ángel Pérez, la primera épica batalla ganada a las fuerzas del mal, cuyas armas, la razón y su derecho constitucional de manifestarse públicamente, considera más peligrosas que las de los “Halcones” de Alfredo Castellanos. Así pregonó el alcalde su “triunfo” en la televisión y Castellanos obtuvo su primera estrella que lo llevaría a ser general.
En realidad, el proyecto llamado modernización del transporte, aparte de ser una burla, es un fracaso. La intención es buena pero no le ejecución. No se puede llamar modernización al cambio de algunos camiones por otros más modernos, elevar el costo de la tarifa del transporte y concesionar ---en forma ilegal pues no hubo licitación--- el sistema de tarjeta de pre pago a una compañía francesa que les “regaló” al alcalde y seis acompañantes y 10 transportistas un viaje de una semana a Francia con todos los gastos pagados “sin ningún interés”. Si, como no; a otro perro con ese hueso.
Para que exista una verdadera modernización tiene que realizarse un cambio y modernización de todas las rutas de acuerdo a las necesidades del crecimiento de la ciudad. Capacitar en todos los aspectos a los choferes de las unidades para que brinden un mejor trato de los usuarios, uniformarlos y capacitarlos en el manejo de las unidades y muchas cosas más, que hasta ahora no se han llevado a cabo.
El cambio de unidades sí porque eso beneficia el nuevo “pulpo” del transporte, Roberto Cerna, el “Frankestein” fabricado por José Ángel Pérez ---dueño de la mayor parte del transporte urbano---, el famoso fideicomiso del transporte así como la concesión a una empresa privada del sistema de tarjeta de prepago debido a que todo ellos deja hasta unos 50 millones de pesos por “comisiones” a quien autoriza y, ¿coincidentemente?, son José Ángel y su gavilla de panistas.
Fue la primera vez y todo indica que a José Ángel Pérez le gustó imitar a los grandes fascistas de la historia: Adolfo Hitler y Mussolini.

En el 2008, ya casi para llegar al ocaso de su administración municipal, cuando ha llenado la nómina de simpatizantes y militantes panistas para obtener su voto al interior del PAN; cuando se ha llenado con más de 300 “asesores” y exprimido la nómina municipal al máximo, a tal grado de que son constantes sus quejas de la falta de dinero para hacer obras, y ante la evidente carencia de las mismas para su informe de gobierno, la fiesta tradicional donde los alcaldes se rinden culto a la personalidad entre sus amigos ricos en un desglose de actividades que, generalmente, son falsedades, a José Ángel le urge una especie de #obra magna” para presumir.
La encuentra en el proyecto de “rescate del llamado Centro Histórico de la ciudad donde se invertirán más de 100 millones de pesos, no del municipio, sino del gobierno del estado y el Impuesto sobre Nómina. Solo que, como ejecutor del proyecto, enfrenta el problema de los comerciantes ambulantes que por décadas han ahogado el primer cuadro de la ciudad.
Encarga, como siempre, las “negociaciones” a su “asesor” predilecto, el secretario del Ayuntamiento, a quienes sus correligionarios panistas llaman “El Duro” y quien lo ha metido en todas las broncas contra el gobierno del estado, las que por cierto ha perdido de todas, todas.
La falta de sensibilidad para negociar, para buscar consensos y la carencia de imaginación para llevar a cabo proyectos de verdadera infraestructura urbana, que no sean solo para un corto lapso de tiempo sino para muchos años futuros, así como la necesidad de “hacer obras” para--- como recomendaba Don Porfirio a sus compadres gobernadores-- , obtener ganancias, condujo a estos funcionarios panistas a privilegiar esa obra. En la presidencia municipal todo mundo habla del llamado “Rey del Diezmo” y saben que despacha en el segundo piso.
Porque, en verdad, cambiar de lugar a los ambulantes en el mismo primer cuadro, no es –ni será nunca--- una solución a largo plazo. Es, tan solo, como darle una aspira a un enfermo de cáncer terminal.

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