!Fuego!/Lic. Consuelo Esquivel

¡Fuego!

Por la Lic. Consuelo Esquivel.
LA CULTURA CLIMATICA.- No sabemos si es bueno o malo vivir en el Norte y padecer estos calores, que según nos dicen, aumetarán hasta convertirnos en chicharrón peya. Con la disminución de las precipitaciones pluviales, el tiempo se torna caluroso, según los explica don Héctor Mayagoitia Domínguez, quien es Coordinador del Programa Ambiental del Instituto Polítécnico Nacional.
PAVIMENTO INFERNAL.- Como aquí en la Laguna, sobre todo en Torreón, no tenemos funcionarios capacitados en medio ambiente, al realizar la colocación de capa sobre capa de pavimento en las calles, esto contribuye a elevar la temperatura, ya que elementos como el asfalto o el chapopote guardan el calor y evitan la filtración al subsuelo del agua de lluvia, según lo apuntó el señor Mayagoita, ex gobernador de Durango.
¿QUIÉN PODRA DEFENDERNOS? Una buena solución es, utilizar materiales alternos como el adocreto, que es elaborado con agregados naturales y libres de contaminantes y es considerado más resistente que cualquier superficie de concreto y más duradero que el asfalto.
EL INFIERNO.- El estudioso Maestro nos explica que la presencia del concreto y el asfalto en la ciudad, contribuye a formar islas de calor y que, por las noches, en que suponemos que el calor excedente en la atmósfera se va, no sucede así, porque con tanto material que guarda la radiación solar, el calor se mantiene encerrado en la urbe, cosa a la que es muy propensa nuestra Comarca Lagunera.
UNA MARAVILLOSA SOLUCION.- Aparte de la utilización del adocreto, para atacar el problema, una solución excelente sería el ahorro de energía eléctrica, pero desgraciadamente es cuando más energía utilizamos con los ventiladores y los aparatos de refrigeración.
LLAMADO A NUESTRAS AUTORIDADES.- Es en estas fechas en que se acercan las elecciones, cuando se hacen mejoras en la Ciudad, con alarma estamos viendo que se están repavimentando nuestras calles, lo que verdaderamente ha aumentado el calor. Ahorita que estamos a tiempo de utilizar el adocreto, hay que hacerlo, y no esperar a lo que en el 2003 pasó en Europa, donde los efectos de las olas de calor produjeron más de 50 mil personas muertas por efectos de la deshidratación. Aquí, vamos a ver quien responde al llamado.
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(Continuará mañana