lunes, 23 de junio de 2008

La Columna de Fidencio Trviño Maldonado/ Mi tío Kikapu

MI TIO KIKAPOO

Por: Fidencio Treviño Maldonado
El tío Juan Maldonado Bernal nació en 1888, en un lugar que ya ni en el mapa aparece, llamado Lampacitos, cerca de Muzquiz Coahuila y a un lado de otro pueblito llamado Iglesias, todos con acceso por andurriales de Dios a Muzquiz y el Nacimiento, llamado así porque nace un chorro de agua ”pozo Artesiano“ y que les fue concedido a los Kikapúes en el año de 1864, aunque antes, cuando entraron a México huyendo de los otras tribus en 1850 esta etnia se habían asentado en lo que ahora es Morelos y Allende. Los Kikapoo venían huyendo del Estado de Michigan ya que su grupo era muy chico y poco a poco se acababa; junto a ellos viajaba también un grupo de Negros que desertaron del ejercito Americano llamados los Mascogos, conocidos como “Búfalo Soldiers“ calificativo de desprecio. En esa ocasión se les dio permiso para que defendieran a los pueblos de los indios Bárbaros del Norte y de los Coahuitecas que estaban asentados en Coahuila y asolaban la región, así el ejército se quitaba un peso de encima y al menos los Kikapúes servían en algo al país. Mi Tío Juan llegó con los Kikapúes por casualidad y consecuencia de lo mismo: Siendo un adolescente apenas, conoció a un forajido descendiente de los Kikapoo que huía de los soldados por el delito de abigeato, unos caballos que el ejercito Mexicano les entregó para que con ellos se defendieran, pero estos indios los tomaron (robaron) y los pasaron para “lotro lado” para comercializarlos; de eso huía el forajido y como pudo mi tío lo protegió en un jacal, enclavado en la sierra de Santa Rosa de Muzquiz; por ese entonces corría el año de 1904, el Tío Juan cuidaba un hato de borregas y cabras en esa serranías. Era común el encuentro con indios por esos rumbos, ya fuera que estos andaban cazando venados o buscando por ahí caballos sin herrar.
Junto con el Forajido llega el tío al Nacimiento y aunque nadie le hace caso, ni lo toman en cuenta, al menos se queda por unos días. Conoce a Papikuaro, que se eterniza casi un siglo como jefe único de la Tribu y muere en 1976, a la edad de 112 años y gracias al Jefe de los Kikapoo mi tío es aceptado en la tribu. Vuelve al cuidado de cabras y borregas y a los dos o tres meses regresa de nuevo al Nacimiento; los indios lo ven con escepticismo. Sin embargo, no es el único lugareño (Mexicano) ya que ahí hay otro de los rumbos de las minas de Barroterán que también llego y se quedó. Con jóvenes de su edad aprende a montar, cosa que ya sabía hacer; sin embargo, ahora lo hace en pelo y con las riendas de su caballo tomadas por los dientes y con las manos manipula el arco y las flechas, mientras el caballo galopea—Fui muy malo para tirar con arco—nos confesaba él tío, mientras señalaba un viejo arco que guardaba en la parte alta de la chimenea de la casa de la Tía Olivia, en Congregación Rodríguez, Coahuila. La tía Olivia Treviño García Garza Iglesias fue la mayor de la familia de mis Abuelos Lucas y Jovita. Mis tíos (Olivia y Juan) se casaron en el año de 1916 y aunque ellos vivieron un tiempo en Muzquiz, en sus correrías el tío Juan se iba a trabajar hasta Michigan con algunos miembros de la Tribu ya que pasaba sin pasaporte ni papeles la frontera del Río Grande (Bravo). Parte de los tiempos de la Revolución Mexicana, el Tío se la pasó en el campamento de los Kikapúes ya que su tierra y sus hombres en la revolución fueron respetados, como lo es hasta la fecha, tanto por México como por los Estados Unidos de Norteamérica. Mi tío Juan nunca tuvo familia y él y la tía Olivia vivieron de unas tierritas y agua rodada como buenos campesinos. Por nostalgia o por paseo, muchas veces el tío se trasladaba hasta El Nacimiento, en donde está asentada la tribu y era muy bien recibido, inclusive, regresaba con carne seca ya fuera de venado, de res o de caballo.
En el poblado era muy solicitado para castrar (capar) todo tipo de animales domésticos, bueno para hacer mecates, y de cualquier hilo fabricar bozales, falsa rienda, frenos de vaqueta (cuero), así como hacer diversos tipos de nudos con las reatas o mecates que él mismo solía fabricar. Tenía 2 caballos y un macho bayo y era común que los montara siempre con su Muzqueña (montura muy popular hasta nuestros días en esos lugares) y aunque no era muy alto de estatura, nosotros, los muchachos de ese entonces en el poblado, lo veíamos como un gigante, con su sombrero de lana bien calado. Hablaba bien ingles y también el dialecto de los Kikapoo. Mi tío Juan Maldonado murió en 1972; ya para esto la tía Olivia tenia unos 15 años de fallecida. Comentarios y sugerencias; kinotre@hotmail.com

No hay comentarios: