miércoles, 11 de junio de 2008

Resonancia/Humberto González Ordaz

RESONANCIA

Por: Humberto González Ordaz
Como se ve a las claras, que los funcionarios públicos tratan de minimizar los errores –horrores, dirían otros- que se cometen en el ejercicio de la administración. Prueba de ello, las declaraciones de funcionarios de la Sub Secretaría de Desarrollo Rural en La Laguna de Durango, en el sentido de que el rastro del cabrito construido en terrenos del ejido La Torreña, municipio de Gómez Palacio, tuvo un costo de 8 millones de pesos. Nosotros le enmendamos la plana a quien hizo esas declaraciones, ese inmueble tuvo un costo de más de 100 millones de pesos, o al menos eso fue lo que declaró el ex gobernador del estado, Ángel Sergio Guerrero Mier. Lo peor de todo, es que con un costo de 8 o más de 100 millones de pesos, ese rastro está con vertido en un elefante blanco, y sin visos de funcionar, pues hay que saber que se construyó en terrenos en litigio. Esa rastro, dizque para beneficiar a los caprino cultores, se construyó, y aún y cuando solo le faltan algunos pequeños detalles para su funcionamiento, no pueden hacer nada más las autoridades, pues les salió el verdadero dueño de los terrenos y ahí el problema. Lo que debería investigarse, pues, si tuvo un costo de 8 millones de pesos o más de 100, pues la diferencia es demasiada como para echar todo al olvido. Caso similar, es la planta ultrapausteurizadora que también durante la administración de Ángel Sergio Guerrero Mier, se construyó en el ejido La Goma, municipio de Lerdo con un costo similar al del multicitado rastro, y que no ha sido echada a andar, por la afectación de intereses de muchas gentes de La Laguna, entre ellos los de LaLa, pues.

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