¿Para qué tantas camisetas,
señor Gobernador?
La compra, de acuerdo con los datos públicos que obran en el registro electrónico de compras gubernamentales Compranet, implica una erogación cercana a los 16 millones de pesos, dado que cada prenda le fue vendida a la administración estatal en 21 pesos por la empresa que resultó ganadora de la licitación.
Como todos sabemos, el Gobierno tiene una partida presupuestal destinada a la compra y contratación de artículos y espacios promocionales, a través de los cuales, de acuerdo con el mandato legal, debe informar a la sociedad de sus acciones y logros.
En este sentido, seguramente se argumentará —cuando la administración estatal decida hablar oficialmente del tema— que las camisetas con el lema distintivo de este Gobierno forman parte de la “estrategia de comunicación social” que permite a los coahuilenses conocer la obra de Gobierno.
Es imposible, sin embargo, ignorar los detalles que acompañan a la adquisición realizada por el “Gobierno de la Gente”, pues ocurre justo al inicio del proceso electoral que arrancó el pasado 15 de mayo y culminará con la renovación del Poder Legislativo local.
Resulta muy difícil no especular sobre la razón por la cual la administración estatal pretende “uniformar” a los coahuilenses con una prenda que no informa acerca de nada, más allá del presumible respaldo que al Gobierno le brinda quien decide portarla.
En este sentido, resultará de la mayor importancia que el Ejecutivo estatal explique las razones por las cuales decidió realizar una compra de este tipo y cómo se pretenden distribuir las camisetas entre la población.
Adicionalmente, deberán explicarse a detalle las razones por las cuales la licitación se adjudicó el contrato se realizó casi “a escondidas” y, según parece, incumpliendo las reglas que para este tipo de procesos define la ley de la materia.
La explicación se impone, no sólo porque el sector público es el primer obligado a cumplir con las reglas, sino porque nos encontramos en pleno proceso electoral y la actuación pulcra de todos los órdenes de Gobierno es indispensable para garantizar la equidad de la contienda.
¿Cuál es el propósito de las camisetas? Esperemos que la respuesta llegue pronto y sea una capaz de disipar cualquier suspicacia en torno a las intenciones de la administración estatal.
La compra, de acuerdo con los datos públicos que obran en el registro electrónico de compras gubernamentales Compranet, implica una erogación cercana a los 16 millones de pesos, dado que cada prenda le fue vendida a la administración estatal en 21 pesos por la empresa que resultó ganadora de la licitación.
Como todos sabemos, el Gobierno tiene una partida presupuestal destinada a la compra y contratación de artículos y espacios promocionales, a través de los cuales, de acuerdo con el mandato legal, debe informar a la sociedad de sus acciones y logros.
En este sentido, seguramente se argumentará —cuando la administración estatal decida hablar oficialmente del tema— que las camisetas con el lema distintivo de este Gobierno forman parte de la “estrategia de comunicación social” que permite a los coahuilenses conocer la obra de Gobierno.
Es imposible, sin embargo, ignorar los detalles que acompañan a la adquisición realizada por el “Gobierno de la Gente”, pues ocurre justo al inicio del proceso electoral que arrancó el pasado 15 de mayo y culminará con la renovación del Poder Legislativo local.
Resulta muy difícil no especular sobre la razón por la cual la administración estatal pretende “uniformar” a los coahuilenses con una prenda que no informa acerca de nada, más allá del presumible respaldo que al Gobierno le brinda quien decide portarla.
En este sentido, resultará de la mayor importancia que el Ejecutivo estatal explique las razones por las cuales decidió realizar una compra de este tipo y cómo se pretenden distribuir las camisetas entre la población.
Adicionalmente, deberán explicarse a detalle las razones por las cuales la licitación se adjudicó el contrato se realizó casi “a escondidas” y, según parece, incumpliendo las reglas que para este tipo de procesos define la ley de la materia.
La explicación se impone, no sólo porque el sector público es el primer obligado a cumplir con las reglas, sino porque nos encontramos en pleno proceso electoral y la actuación pulcra de todos los órdenes de Gobierno es indispensable para garantizar la equidad de la contienda.
¿Cuál es el propósito de las camisetas? Esperemos que la respuesta llegue pronto y sea una capaz de disipar cualquier suspicacia en torno a las intenciones de la administración estatal.
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