Resonancia
Por: Humberto González Ordaz
Pese a que los laguneros estamos consumiendo agua que no es ni insabora ni incolora, sino todo lo contrario, pues hasta contiene arsénico más del permitido por las normas internacionales de salud, nuestras autoridades andan todavía en veremos si invierten algo de los 250 millones de pesos de que disponen los municipios conurbanos, perdón los gobiernos de Coahuila y Durango que nos hizo el gobierno federal de darnos, en cuando menos purificar en algo el vital elemento. Desde estas mismas páginas, hemos venido denunciando hace años ese mal en el agua que bebemos, pero desafortunadamente a quienes nos gobiernan, les importa poco y nada han hecho por darle mediana solución siquiera. Hay muchos proyectos para el mejoramiento del agua que bebemos, pero estros duermen el sueño de los justos. Allá por los años ochentas, el ingeniero Roberto Valdepeñas Cortazar, anunció un proyecto bien estructurado y definido para potabilizar el agua se las presas, instalando plantas para ello en la represa San Fernando de Lerdo, para con ello proporcionar el vital elemento a los habitantes de toda La Laguna. Nunca al ingeniero de referencia le hicieron caso, pues ello, representaba un gasto para los gobiernos, que invirtieron en cosas que se bien es cierto fue para provecho de la población, más lo fue para ellos en lo personal. Le siguió con ese proyecto o idea el ingeniero Jesús Valero Hernández -QEPD-, y también su proyecto o propuesta la echaron al cesto de la basura. Más recientemente, el diputado local lerdense, Fernando Ulises Adame de León, insistió en potabilizar el agua de las presas, pero tampoco le hicieron caso. Sabemos, que la Comisión Nacional del Agua, dizque ya preocupada por el alto índice de arsénico en el agua que bebemos los laguneros, ha destinado una quinta parte de esos 250 millones de pesos, para ver la factibilidad de algún proyecto para potabilizar el agua, háganos el favor, como si no estuviéramos hasta el chongo de estudios, estudios y más estudios al respecto. Así las cosas, estamos seguros de que en el municipio de Gómez Palacio, no son seis o siete pozos los que producen agua altamente contaminada, pero dice su director, que “Campechaneandola” como el vino, todo se soluciona, pues.
Pese a que los laguneros estamos consumiendo agua que no es ni insabora ni incolora, sino todo lo contrario, pues hasta contiene arsénico más del permitido por las normas internacionales de salud, nuestras autoridades andan todavía en veremos si invierten algo de los 250 millones de pesos de que disponen los municipios conurbanos, perdón los gobiernos de Coahuila y Durango que nos hizo el gobierno federal de darnos, en cuando menos purificar en algo el vital elemento. Desde estas mismas páginas, hemos venido denunciando hace años ese mal en el agua que bebemos, pero desafortunadamente a quienes nos gobiernan, les importa poco y nada han hecho por darle mediana solución siquiera. Hay muchos proyectos para el mejoramiento del agua que bebemos, pero estros duermen el sueño de los justos. Allá por los años ochentas, el ingeniero Roberto Valdepeñas Cortazar, anunció un proyecto bien estructurado y definido para potabilizar el agua se las presas, instalando plantas para ello en la represa San Fernando de Lerdo, para con ello proporcionar el vital elemento a los habitantes de toda La Laguna. Nunca al ingeniero de referencia le hicieron caso, pues ello, representaba un gasto para los gobiernos, que invirtieron en cosas que se bien es cierto fue para provecho de la población, más lo fue para ellos en lo personal. Le siguió con ese proyecto o idea el ingeniero Jesús Valero Hernández -QEPD-, y también su proyecto o propuesta la echaron al cesto de la basura. Más recientemente, el diputado local lerdense, Fernando Ulises Adame de León, insistió en potabilizar el agua de las presas, pero tampoco le hicieron caso. Sabemos, que la Comisión Nacional del Agua, dizque ya preocupada por el alto índice de arsénico en el agua que bebemos los laguneros, ha destinado una quinta parte de esos 250 millones de pesos, para ver la factibilidad de algún proyecto para potabilizar el agua, háganos el favor, como si no estuviéramos hasta el chongo de estudios, estudios y más estudios al respecto. Así las cosas, estamos seguros de que en el municipio de Gómez Palacio, no son seis o siete pozos los que producen agua altamente contaminada, pero dice su director, que “Campechaneandola” como el vino, todo se soluciona, pues.
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